Para cualquier observador de la actualidad es evidente que el intento de la izquierda de oficializar, en esta legislatura, el bable y el eonoaviego ha fracasado. Necesitaba contar con el apoyo de Adrián Pumares, el ‘diputado 27’, pero no fue posible. Foro planteaba exigencias ajenas a la cuestión lingüística, como una rebaja fuerte de impuestos, y la negociación se bloqueó. Para salir del atolladero desde Foro pedían, al menos, un guiño, un leve gesto, algo que pudiera ser vendido ante sus parroquianos, pero IU no aceptó mercadear con la fiscalidad por ser una cuestión de principios. Ante esta situación el PSOE se sumó a IU y dio por finalizada la negociación. Expediente cerrado.
Desde Podemos se niegan a aceptar la realidad y critican a Adrián Barbón por hacer de notario de la negociación fracasada al dar por zanjada la reforma del Estatuto. Le piden que presente en la Junta General del Principado un proyecto de reforma. Los nuevos dirigentes de Podemos introducen un sesgo en la escala de valores, de tal forma que la oficialidad del bable es para ellos el máximo objetivo parlamentario y social. Cuando Pablo Iglesias empezó a ir por las televisiones privadas a dar la matraca con lo de la casta, no entiendo cómo no situó la oficialidad de las lenguas vernáculas entre sus principales metas. Los nuevos dirigentes asturianos del partido morado piensan como nacionalistas y por ello estaban dispuestos a bajar los impuestos a cambio de conseguir el modelo trilingüe. El PNV, Bildu o Puigdemont verían bien una rebaja fiscal a cambio de inmersión lingüística para toda la sociedad. Por suerte, en nuestra región hay pluralidad ideológica y un alto grado de integración social, así que las recetas lingüísticas del nacionalismo pinchan en hueso. Nadie asemeja un telediario en eonaviego con la felicidad.
Culpan al presidente del Principado de no haber puesto «los fondos necesarios ni contar con la voluntad política necesaria para promocionar las lenguas propias». Adrián Barbón y la FSA intentaron forjar una mayoría parlamentaria para aprobar la oficialidad. Inicialmente, cuando Foro pidió bajar los impuestos, el PSOE no lo rechazó, fue IU la que vetó el trueque de oficialidad por impuestos. Voluntad política tenían, pero el debate en la sociedad no les fue favorable y Foro se encogió. Sobre los fondos es imposible discutir con nacionalistas, donde todo el dinero para la lengua es poco. Por fortuna para el electorado de izquierdas hay grupos que no piensan así.