Adrián Barbón inició la semana visitando cinco ministerios (Agricultura, Industria, Transición Ecológica, Presidencia, Transportes). De una tacada quería el presidente del Principado agilizar todos los asuntos relativos a Asturias que llevan retraso. La política de buenas palabras con Madrid ha servido para poco y urge recuperar el tiempo perdido porque quedan once meses para las elecciones autonómicas y no se puede llegar con el único saldo positivo de la gestión de la pandemia.
El Principado cambió de posturas con respecto al Gobierno central cuando se supo que solo había ejecutado el 40% de las inversiones que estaban previstas para 2021. Adrián Barbón mostró su decepción y pidió la creación de una comisión bilateral con el Gobierno para recuperar las inversiones no realizadas. En julio empezará a funcionar.
Si hay que hablar de retrasos en Asturias, la palma se la llevan siempre las infraestructuras, en el pasado y en el presente. De la reunión con Raquel Sánchez, ministra de Transportes, salieron dos fechas. La primera se refiere a la variante de Pajares que estará lista para entrar en servicio en mayo de 2023. Una vez más, cada vez que adelantan un compromiso la noticia llega acompañada de un nuevo retraso: mayo. Hasta ayer, los portavoces del ministerio, cada vez que hablaban del fin de la variante de Pajares, afirmaban que sería «en los primeros meses del próximo año». Daban a entender que sería en el primer trimestre, pero ahora ya concretan en mayo, es decir, a mediados de año.
Para ver el despropósito de la obra recordemos que los túneles de Pajares ya se habían acabado de horadar en el año 2009. Si cumplen este último plazo la obra coincidirá con el primer lustro de Pedro Sánchez en el poder. Se disponen a cortar la cinta de la inauguración en vísperas del inicio de la campaña para las autonómicas y municipales. No creo que se atrevan a hacerlo en plena campaña.
Las bonificaciones para rebajar el peaje de la autopista del Huerna se aprobarán y aplicarán en julio. En un asunto que no hay excavadoras, ingenieros, uniones de empresas, subcontratas, etcétera, no se entiende el retraso político-burocrático. Se empezó a negociar a finales del verano con la idea de alcanzar un régimen de subvenciones similar a la autopista, El Ferrol-Tui (AP-9). Pronto nos rebajaron las pretensiones y se cifró la bonificación en nueve millones (en la actualidad son seis). ¿Por qué no se aplican ya? Demos por buenas todas las penalidades si a partir de ahora impera la formalidad.