Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Asturias está ya por debajo del millón de habitantes. Se espera que acabe el año con una población de entre 997.000 y 998.000 personas. En demografía, a muy corto plazo, no caben sorpresas, así que cruzar la frontera del millón era un hecho inexorable. En los últimos tiempos surgió en nuestra región la preocupación por el declive demográfico, hasta el punto de considerarlo el principal problema al que nos enfrentamos. La preocupación no vino acompañada de medidas hasta el actual proyecto de presupuestos del Principado para 2023, donde se recogen ayudas no despreciables para fomentar la natalidad. Hasta ahora todo había quedado en gestos simbólicos, sin ninguna incidencia en la realidad demográfica.
En el declive juegan distintas variables (tasa de natalidad, flujo de inmigrantes, tasa de mortalidad, envejecimiento población, número mujeres en edad de procrear) que tienen en común un desenvolvimiento negativo. A partir de 1981 empezó la cuesta abajo, perdiendo alrededor de 35.000 habitantes por década, hasta el repunte habido en el trienio de 2005 a 2008. Luego vino la caída acelerada, perdiendo casi 50.000 habitantes entre 2008 y 2017, y otros 21.000 en los cuatro años que van de 2017 a 2021. Urgen soluciones. Expertos e inexpertos señalan con el dedo al empleo. Con más puestos de trabajo nacerían más niños. Claro que sí. Y si nos tocara veinte años seguidos el gordo de Navidad daríamos la vuelta al declive. El problema es que el empleo es una mercancía tan escasa como los nacimientos. Más arriba anotaba que entre 2008 y 2017 se perdieron cerca de 50.000 habitantes (49.000). Pues bien, entre 2010 y 2020 Asturias perdió 40.700 puestos de trabajo. Ojalá repuntara el empleo, pero la caída de la población ocupada empezó unos años antes que el declive demográfico. En un periodo de 35 años se perdieron 100.000 trabajadores ocupados y también 100.000 habitantes, pero la pérdida en el mercado de trabajo precedió en 18 años a la caída poblacional.
En materia de población el futuro a largo plazo es un arcano. Según el INE, España crecerá en tres millones de habitantes para el año 2070, mientras que la AIReF dice que la población puede aumentar en 13 millones para 2050. Un estudio de ‘The Lancet’ sitúa a España con 23 millones de habitantes a final de siglo. Una caída igual prevé para Japón, Italia, Portugal o China. Pensemos en qué se puede hacer aquí y ahora. En 40 años sin hacer nada perdimos más de 130.000 habitantes.