La renuncia al escaño de Valledor tiene importancia por la figura política del ex diputado y por el cambio que supone dentro del grupo parlamentario de IU: de los cuatro diputados que empezaron el mandato sólo sigue en su puesto Jesús Iglesias, los otros se fueron incorporando a lo largo de la legislatura. Hubo más permutas con cuatro escaños que en las grandes formaciones con veinte o más diputados.
Valledor entró en la Junta General del Principado en el año 1995 y fue ganando peso hasta ser el cartel electoral de IU en los comicios autonómicos de 2003. En la ejecutoria del primer Gobierno de coalición (2003-07) la figura de Valledor jugó un papel descollante, dado el bajo perfil político de la mayoría de los consejeros socialistas. Dejando a un lado el protagonismo del presidente Areces, el político más conocido del Gobierno regional era el dirigente de IU, que llevó a cabo uno de las negociaciones más satisfactorias con el Gobierno central: la transferencia de las competencias de Justicia.
El ex diputado ha alegado razones de conciencia para abandonar el Parlamento, relacionadas con el presupuesto de 2010 y la plasmación del modelo de carrera profesional docente. A Valledor no le gustan la distribución de recursos para el próximo año, aunque reúne todas las características de los presupuestos aprobados por los sucesivos gobiernos de Álvarez Areces: expansivos, inversores y volcados en el gasto social. Sobre el modelo de carrera profesional vale más no hablar, porque es difícil aceptar que un político de izquierdas haga bandera de la consecución de un privilegio laboral: cobrar más por hacer lo mismo.
El poder
Puede exponer Valledor muchos argumentos parlamentarios para romper con su grupo, pero la verdadera razón no reside ahí, sino en el relevo del liderazgo institucional de IU, al quedar sustituido por Jesús Iglesias. Cuando más destacado era el protagonismo de Valledor en el Gobierno regional, el aparato de IU decidió que el coordinador general fuese el candidato a la Presidencia del Principado en las pasadas elecciones. Ahí empezó la despedida de Valledor.
Lo lógico era que el máximo responsable de la formación política encabezase la lista autonómica, pero en el caso concreto de IU se daban algunas características diferenciales. Jesús Iglesias venía de protagonizar un histórico fracaso en las elecciones generales de 2004, cuando la llamada “izquierda transformadora” (antes PCE, ahora IU) se quedó por primera vez sin el escaño asturiano en el Congreso de los Diputados.
Otro aspecto interno a considerar es que Jesús Iglesias nunca fue el líder de ningún sector de la organización. En Gijón fue coordinador general y candidato a la Alcaldía, pero aceptando la tutela de Montes Estrada, que lleva más de veinte años siendo la referencia indiscutible de IU en Gijón. A escala regional, Jesús Iglesias siempre se limitó a ejercer un poder moderador. En el momento más delicado, cuando había que asumir la responsabilidad de tomar decisiones controvertidas, Jesús iglesias se abstuvo, viendo cómo la dirección de su grupo se dividía entre partidarios de gobernar con el PSOE y defensores de romper las negociaciones: junio de 2007.
Los mandamases de IU nunca explicaron las razones que les llevaron a relegar a Valledor en favor de Jesús Iglesias. En cualquier caso, cabe afirmar que la operación no fue fruto de un acuerdo entre las partes, de ahí la marginación parlamentaria de Valledor y el interés del ex diputado por poner palos en las ruedas del Gobierno de coalición, criticando los sobrecostes de El Musel, zahiriendo la política educativa de Riopedre, o ejerciendo de inconoclasta a cuenta de Laboral Ciudad de la Cultura. Una forma de vestir la lucha desnuda por el poder.
El futuro
A partir de ahora, la dirección de IU tiene dos potenciales problemas. Valledor vuelve a su puesto de trabajo, pero tiene una hoja de ruta para seguir en política que pasa por liderar una organización nacionalista de izquierdas y ecologista. Su estrategia entra por los ojos: habla como un apóstol de la llingua, viste como un diputado verde y defiende propuestas sindicales en la más típica tradición de la izquierda transformadora. Hasta ahora hablaba de refundar IU, pero reintegrado a la sociedad civil puede intentar clonar los mimbres de IU.
El disenso de Valledor con IU se da en un momento en que Llamazares juega un papel residual en la organización que ha pasado a estar liderada por Cayo Lara. La estrategia de Llamazares se centró en participar en todo tipo de gobiernos de coalición, mientras que Cayo Lara está por la labor de defender alternativas radicales desde la oposición. Una música que sintoniza con el discurso de Valledor.
A corto plazo, el principal problema para Jesús Iglesias está en la entrada de representantes del Bloque en el grupo parlamentario de IU. De cuatro diputados, sólo dos de ellos, Jesús Iglesias y Diana Camafeita, pertenecen al tronco principal de IU, mientras que Emilia Vázquez proviene del coletivo “Lliberación” y el relevo de Valledor será Roberto Colunga, un miembro del Bloque. La dirección de IU mostró mucho celo en limitar el acceso de sus socios (Bloque y Verdes) a responsabilidades institucionales, pero no puede impedir la ocupación de escaños. Es posible que en el futuro veamos el voto de IU dividido en el Parlamento, cuando se traten cuestiones relacionadas con la cultura asturiana o el medio ambiente. Las cuitas internas de IU condicionarán su política institucional.