En la Junta General se han aprobado los presupuestos regionales para 2010. Los portavoces del Gobierno aseguran que son las cuentas de la recuperación, lo peor quedó atrás, y ya se puede ver la luz a la salida del túnel. El optimismo del mensaje oficial se matiza desde el propio Gobierno al reconocer que existen incertidumbres y que los ingresos disminuirán. Hay multitud de vaticinios sobre el futuro de la economía a corto y medio plazo. Los observadores más solventes (FMI, OCDE, Comisión Europea) consideran que el déficit de España será aún mayor dentro de un año y que el paro crecerá alrededor de un punto. El agravamiento del cuadro macroeconómico del Estado no es óbice para que salgamos de la recesión, porque es difícil seguir cayendo más bajo. La creación de empleo, según las principales valoraciones económicas internacionales, no empezará hasta 2011. El próximo año será duro y largo para todos, porque el Estado ya agotó gran parte de los recursos acumulados en los tiempos de bonanza y los ingresos fiscales son muy inferiores a los que había antes de empezar la crisis. Con matices, este pronóstico es válido para Asturias, donde la financiación de los servicios públicos será muy problemática y las posibilidades de atender a las personas, empresas o colectivos con dificultades es reducida.
Los presupuestos fueron aprobados tal como habían llegado a la Cámara: sin aceptar una triste enmienda parcial de la oposición. Ya lo habíamos pronosticado aquí y el tiempo nos ha dado la razón. El centenar de enmiendas del PP han acabado en la papelera. Aunque sólo fuera por razones de imagen, al Gobierno le interesaba negociar alguna enmienda con la oposición; de esta forma mostraría un talante abierto y evitaría que el paso de los presupuestos por el Parlamento quedara convertido en un mero trámite.
El PP aseguró que los presupuestos servirán para ahondar en la crisis y criticó la subida de impuestos, cuando en Europa se apuesta por rebajas fiscales. Que yo sepa, la subida de impuestos sólo se da en el canon del agua. En cuanto a las rebajas fiscales, la OCDE acaba de proponer lo contrario: elevar los tributos. En Asturias, el Gobierno y la oposición están orgullosos de no coincidir en nada, porque de esta manera se mantiene el statu quo, que tanto beneficia a los señores diputados.