Unas decenas de veteranos militantes socialistas asturianos, con más de cuarenta años afiliados al PSOE, han firmado un manifiesto para apoyar a Pedro Sánchez en la competición electoral. El texto participa del estilo de campaña, con afirmaciones rotundas, en las que se hace una defensa sin concesiones de la gestión socialista, advirtiendo del perjuicio que conllevaría la llegada del centro-derecha al poder. Se puede leer en muy poco tiempo para que el ciudadano en un minuto se haga cargo de los beneficios que nos aguardan si sigue gobernando Sánchez y del retroceso que supone elegir una papeleta que no sea de izquierdas. Tiene el esquematismo propio de todo argumento maniqueo, como ocurre con casi todas las intervenciones públicas que hacen los partidos políticos para intentar captar votos en vísperas de los comicios. Las firmas son de socialistas que han ocupado cargos institucionales o responsabilidades orgánicas dentro de la Federación Socialista Asturiana (FSA); entre ellos están los expresidentes, Pedro de Silva y Antonio Trevín o la actual alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín. La iniciativa se inscribe dentro de una movilización más amplia de los veteranos en otras regiones, que cuenta con el apoyo de ministros de la época de Felipe González, como Almunia, Maravall, Solchaga, Atienza o Borrell.
En distintos momentos del quinquenio de Pedro Sánchez en el poder se han oído voces críticas de exministros y exdirigentes socialistas. No fueron muchos los que alzaron la voz, pero sí muy cualificados. Alfonso Guerra es el ejemplo más claro, con discursos, artículos y entrevistas que supusieron una enmienda a la gestión de Sánchez. Felipe González nunca ha llegado tan lejos, pero cualquier lector pudo leer entrelíneas hasta qué punto discrepaba de lo que se estaba haciendo. Asuntos, como los acuerdos con Bildu o ERC, o la revisión de leyes penales a la medida de los independentistas condenados por el Tribunal Supremo, constituyeron blanco para sus críticas.
Ahora, por primera vez, dirigentes de aquella época salen en apoyo de Pedro Sánchez. Fueron fieles al presidente González y lo son al presidente Sánchez. Es un respaldo importante porque llama a la movilización en un momento en que no se puede perder ningún sufragio. Si dejamos a un lado la cuestión electoral, el manifiesto confirma cómo en el PSOE hay dos visiones enfrentadas, por eso unos expresidentes (De Silva y Trevín) firman y otros (Rodríguez-Vigil y Javier Fernández) se abstienen.