La quita de 15.000 millones de euros de la deuda de Cataluña, arrancada por ERC al PSOE, ha suscitado respuestas variadas. Adrián Barbón ve muy positivo el acuerdo, ya que, en el documento, al parecer, se plantea la posibilidad de extender la medida a todas las regiones (condonar el 20% de la deuda). Ovidio Zapico, consejero de Ordenación del Territorio de IU, es más cauto: «Defendemos un marco que permita que todas las comunidades autónomas tengan las mismas posibilidades». El PP rechaza el acuerdo del PSOE-ERC sobre la deuda, pero a la hora de criticar ataca más a Barbón que a Sánchez, lo que no deja de ser una interpretación original. Para Carolina López (Vox) el problema está en un modelo de financiación «caduco e insolidario». Empieza a ser una costumbre que en nuestra región las tomas de posición de Vox, sobre cualquier tema, sean de carácter general y contenido puramente ideológico. Con esas premisas, cualquier asturiano, sin necesidad de asomarse al mapa, puede hacer un dictamen sobre la crisis de Gaza. El diputado de Foro considera que el acuerdo discrimina a Asturias y pide a Barbón que alce la voz. Desde las instancias empresariales, las tres cámaras de Comercio ven en la medida un agravio a las comunidades autónomas que han mantenido un rigor presupuestario.

Me parece que el acuerdo no se puede ver, en ningún caso, como una buena noticia, porque surge de una negociación bilateral que estuvo centrada, exclusivamente, en las demandas catalanas. Ante todos los españoles quedó claro que el Estado va a asumir 15.000 millones de la deuda catalana. El resto de regiones no tienen un compromiso tan concreto. Por otro lado, no veo que sea positivo que Cataluña solucione su forma de gastar desmesurada traspasando la deuda al Estado. Es una pésima práctica y una forma de incentivar el comportamiento irresponsable de los gobiernos autonómicos. Esos 15.000 millones mejor los dedicaba el Gobierno a la inversión productiva o a pagar las pensiones, que a sacar de apuros a los políticos manirrotos de la Generalitat. Las cámaras hacen una puntualización muy interesante al hablar del agravio a las regiones que tuvieron rigor presupuestario. Asturias, por ejemplo, no puede quedar satisfecha con que le condonen el 20% de los 4.336 millones que debe, ya que su deuda sería mucho mayor si hubiese actuado como los catalanes. Quiero decir que es muy superior la ayuda del Estado a Cataluña que, a Asturias, si se limitan a aplicar el 20% al actual saldo deudor de cada una.