Tras la reunión del Consejo de Gobierno del Principado, Adrián Barbón tuvo la ocasión de referirse a varios asuntos ante los medios de comunicación. Hay una gran tensión política y social en España desde que los socialistas pactaron con los independentistas; la conclusión del debate de investidura, con la elección del candidato, no ha servido hasta ahora para rebajarla. Barbón, haciendo un ejercicio de responsabilidad, propio de su cargo, llamó a pasar página de la crispación para recuperar la convivencia democrática; lamentó los ataques a las sedes socialistas de Cangas del Narcea y Llanera y animó a los asturianos a ser «ejemplo de respeto, serenidad y concordia». Salvo que ocurra algo extraordinario, la violencia en nuestra región no repuntará. El envejecimiento de la población convirtió a Asturias en un territorio sin problemas de orden público. Pasamos de ser un territorio conflictivo a ser una de las dos o tres regiones con mayor paz social.

El presidente del Principado tuvo que contestar sobre cuestiones de la candente actualidad, como la amnistía y los acuerdos del PSOE con los partidos independentistas (Junts, ERC, PNV). Con respecto al borrado de los crímenes cometidos por los cabecillas de la revuelta catalana de 2017, señaló que «todos los expertos consultados entienden que la ley puede pasar el filtro de la Constitución» y cuenta, en última instancia, con la garantía del Tribunal Constitucional (TC). No cabe duda de que los recursos sobre la inconstitucionalidad de la norma serán examinados por el TC, pero la sentencia no llegará precedida por el consenso de los expertos. Magistrados, catedráticos de Derecho Constitucional, fiscales y abogados del Estado han argumentado sobre la inconstitucionalidad del proyecto pactado por los socialistas con Junts y avalado por ERC. La amnistía para miles de personas implicadas en los sucesos de 2017 ha causado una honda impresión en la sociedad española y en las instituciones europeas.

Barbón se mostró satisfecho con el acuerdo alcanzado con ERC, porque la quita de la deuda catalana será extensible al resto de comunidades. Esa no es la mayor preocupación que nos llega de Cataluña. Es mucho más dañino el documento firmado por el PSOE con Junts, donde los independentistas rompen el sistema de financiación autonómica, arrogándose el derecho a quedarse con toda la recaudación fiscal del territorio. Barbón tiene que abordar ese asunto concreto, antes de que avancen las negociaciones en Ginebra.