Acabo de ver el ‘relato’ del 23-F de Évole y me queda una sensación nada agradable de la broma macabra narrada. Han pasado muchos años, sí; es necesario distanciarnos, también. Pero llevamos tan a flor de piel todavía la incertidumbre y la angustia de aquellos días que hasta nos resulta doloroso su recuerdo. Hechos tan dolorosos y actitudes tan reaccionarias como el futuro pasado al que el gobierno de Rajoy quiere devolver a España: recorte de libertades, recortes económicos a los más débiles, adoctrinamiento religioso desde las instituciones públicas, y un etcétera largo por desgracia.