Cuando el avión oficial del Primer Ministro Israelí, estaba por aterrizar en Tel Aviv, la cara de Benjamín Netanyaju era exultante.Había hecho lo que nunca, sus predecores.Presentarse en los Estados Unidos, sin invitación del Presidente, y aprovechando una invitación de sus aliados, los republicanos, ahora mayoría en el Congreso, lanzar un durísimo mensaje contra la política del Presidente de los Estados Unidos, y lanzando la amenaza de que ,con o sin su  autorización, atacaría en el momento que lo deseara el tan temido ataque a las 2,000 centrales nucleares de Irán.

Por supuesto esto no sólo le cayó encima a Obama, que está negociando con Irán, ayuda económica, para retrasar el Programa Nuclear Irani, sino comprometerse a no alcanzar ala bomba atómica, al mismo tiempo que usa a Irán como un bastión chiita en contra del sunismo del Yihadismo Islámico, sino que sentó muy mal entre en la mayoría de los israelís, que observan como el hombre que mayor tiempo  ha gobernado Israel, tres mandatos, por encima del propio David Ben Gurión, los mantiene en la tensión de la guerra.

El nerviosismo de Netanjahu, lo pagará posiblemente este martes. La población israelita, una muy buena parte, quiere que resuelva los problemas económicos que los agobian,por su única obsesión la geopolíttca, que responda a las acusaciones contra él por hacer uso de fondos públicos irregularmente.Pero, hay un elemento nuevo que puede cambiar las elecciones:Por primera vez la población árabe israelí, un 20 % del total, podrá participar en los comicios en forma totalmente unidos.De que tamaño ha sido la reacción que uno de sus ministros declaró esta semana: ” Hay que cortar la cabeza de los arables israelís” por alta traición.

Pero una muy buena parte de la nación de Israel, lo que quiere es la Paz. Quiere la creación del Estado Palestino, vivir tranquilos, y volver a las fronteras de 1948, las originales, que la resolución 242 de las Naciones Unidas, ha señalado como solución al problemas.Adeás consideran un grave error enfrentarse así a Obama, que ha proporcionado 20,000 millones de dólares al país para su defensa.

Para la región y el mundo, la ya convulsa situación de Medio Oriente, se volvería un juego de niños si hay un ataque unilateral de Israel contra Irán.

Estas elecciones, donde el la Unión Sionista de Isaac Herzog va adelante en las encuestas con 25 o 26 escaños, contra los 21 o 22 del Likud, nos importan no tan sólo a los Israelís, a los Palestinos a los Árabes, a los Europeos y a la Comunidad internacional.

De la misma manera que el pueblo español definirá su futuro este año, los israelís se jugarán el suyo.Lo nuestro es loocal. Lo de ellos es internacional