Los 3 tomaban café en el café Sorrento, a una calle de Av. Juárez.Eran fotógrafos en la Alameda Central, y para las señoras de la pequeña burguesía eran motivo de que estaban medio locos el oírles hablar de que iban a hacer una Revolución en no se que país; ellos que apenas tenían para pagar aquel exprés,con sus modestas y antiguas cámaras de fotos, acurrucadas en otra silla, cansados de hacer fotos de enamorados, de niños en el caballo de madera, de los visitantes de otra parte del país,para vivir.
Los tres personajes eran Fidel y Raul Castro y Ernesto”el Che” Guevara y trascurría 1957.
El 1 de enero del 1959 a la una de la madrugada , en su casa en Chevy Chase, en Washington, Alan, nuestro anfitrión en aquel intercambio México-Estado Unidos y Viceversa, entre familias democratas y refugiados españoles organizadas por Rafael y Guillermina Supervía, entró excitado al comedor: ” Acaba de huir Batista”……
Recordaba aquellos instantes, en el momento en que haciendo un alto en Tuxpan, Veracruz como dirigente de los tabacaleros del país, en la playa donde desembocaba el caudaloso río al Golfo de México,mientras degustaba una langosta y unos camarones con una cervecita Corona, veía al otro extremo costado del río, el lugar donde había embarcado aquellos tres hombres, en aquel barco comprados a unos norteamericanos que le habían puesto ” Grandfhater” y que ellos le pusieron Granma, y pensaba lo que era la vida.
Por supuesto, hoy que se cumplen 55 años de la ruptura de relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, es para mi motivo de alegría.Uno por que se abre una etapa nueva para la relación de ambos paises, y sobre todo para un pueblo desgarrado durante decenas de años, donde tengo amigos en Cuba, en Miami y en Asturias.
Se muy bien lo que ha pasado en Cuba.He visitado aquel país 10 veces. Allí pasé unos dias de mi luna de mie l.Varias veces más fuí por la cercanía con Yucatán y recuerdo muy bien cuando que mi cuñada, que tanto aprecio, se acercó conmigo y me dijo que, dado que mi cuñado, tenía problemas de esquizofrenia, que a la familia le quedaban dos caminos: Enviarlo a Estados Unidos donde costaría 100,000 dólares o a Cuba.Yo apreciaba y aprecio mucho a mi cuñado y mi respuesta fué tan rápida,como lo había sido sido un año antes, cuando lo tuve que llevar de Mérida, a la ciudad de México para internarlo en la Clínica San Rafael, el mismo día que llegaba Felipe González en su primera viaje a México, lo que me hizo dejarlo internado e irme a Lómas de Chapultepec a la Embajada de España, y como diría al día siguiente el diario Excelsior: ” De repente El Presidente vió a Rafael, se dirigió haciá el, se dieron un abrazo y seguramente estarían hablando de su primer viaje del Felipe a México y como recorrieron la ciudad de México·”.
En el avión rumbo a la Habana, sabía que tener contacto con un “Comandante” Ordaz, director del psiquiátrico., que localizcé al tercer día de esperarlo a la puerta de aquel Hospital tan famoso: Hablé con él. Le dije que era un socialista, y que el hijo de un obrero mexicano, tenía aquel problema y le pedía si lo podía admitir.Si respuesta fué inmediata y positiva y a la semana siguiente volví con William.Estuvo allí un año, atendido en aquel psiquiátrico y al final al pedir la cuenta: 0 pesos.
Por supuesto que viví todo desde el viaje a Harlem de Fidel, la invasión de Kennedy a Playa Girón, el buscar el apoyo Sovietico, la crisis del 62, ele deterioro de la Habana, la falta de libertades por culpa de un bloqueo que lleva 55 años,las penurias de una aparte del pueblo cubano, los intentos de asesinato de 7 Presidentes y todo lo que ha sucedido, cuyo análisis no realizo hoy por respeto a todo el pueblo cubano.
MI congratulo por todos ellos.
Casi a 60 años de que aquellos tres”ilusos” tomasen al Café Sorrento en ciudad de México, mi recuerdo para ellos,de quienes tanto aprendimos muchos.