El avición de Ibería sobrevevolaba los Picos de Euroa, bajo mi asombro.Iba a llegar a Asturias.

Veinte años antes en 1965, organizando en la clandestinidad un congreso de las Juventudes Socialistas que se iba a celebrar en Tolouse,viniendo de Madrid,y de Santiago de Compostela, al llegar en autobús a Oviedo,donde la familia había preparado una comida al fiu de Pura y Rafael,con vajilla nueva,de pronto tocan en la puerta de mi hotel.Al abrir dos encarados hombres con gabardina y  sombrero, me sueltan: ¡Está usted detenido!.Era un tal comisario Delfino Ramos.Ocho días detenido y expulsado en tren de Españaa hasta llegar a San Juan de Luz.

Habían pasado 20 años de aquella gran experiencia, cuando a una visita a nuestra casa en México  del Primer Secretario del PSOE, Felipe González Márquez, le suelta a mis padres, a los 64 años él y a los 60 ella: ” El Partido los necesita en Asturias”.Ellos militantes de toda la vida dejaron familia, casa, amistades, negocios y regresaron a Asturias.

Cuando un automóvil enviado por el mi padre recorría a toda velocidad desde el Aeropuerto de Ranón(así le llamaban entonces), hasta llegar a su apartamento en la calle Caveda, cruzando el Aviles de Angel de Avila.

La casualidad hizo que viviesen en la misma esquina donde en 1931 se conocieron, el a los 20 y ella a los 16 pàra ir al Campo Escuela de Brañes, en el Naranco.Y allí los volví a encontrar y ahí conocí, por fin a Oviedo.

Que hermosa ciudad.Su casco antiguo, el parque San Francisco, la calle Uría, la limpieza me hizo enamorarme de Oviedo, al cual fui conociendo acompañando a mi padre por aquellas calles(recuerdo la zona de la antigua estación del ALSA), buscando un despacho para iniciar la formación del partido.Había conocido a Jesús San Jurjo y como le entregaban a mi padre ,para empezar, sólo una caja ade zapatos con fichas de militantes.Nada más recibió Rafaael Fernández Alvarez.

Al poco tiempo, yo ya en México, dieron el enganche para el piso de toda su vida en Arguelles 13.El enganche se dio con los recursos de la cartera de mi padre y la venta de unas  joyas, que cada año al recibir en diciembre los premios por las ventas del año, Manolín Gara, el padre de Alaska, le vendía y que el regalaba a Pura.No eran de gran valor pero era parte del ahorro de la familia Fernández Tomáss.

Y Rafael y Pura se lanzaron por Asturias para vertebrar aquel partido fundado en 1879 por Pablo Iglesias y del cual fueron miembros desde los 20 y los 15 años, y poco a poco se vertebró con Rafael al frente de la Federación Socialista Asturiana y Pura,con Encarna, colaborando.

En 1977 lo eligen senador, en 1978 es Senador Constituyente y en 1980 Primer Presidente del Principado de Asturias.

Aparecían Tras Corrales, el antiguo ,el de las 8 mesas, tan exquisto, tan grato; la Gruta; y tantos restaurantes más que mi padre con su generosidad invitaba a la familia que ven´ñia a estar con ellos.Y ahí recuerdo yo hacía footing a las de la mañana,con mis chándal verde regalo de Lisbeth mi esposa,, corriendo en el Parque San Francisco.

El edificio de la Diputación, era donde tenía mi padre sus oficinas desde 1980.Era un placer y recordar aquella sala de sesiones del Parlamento quizás de un siglo de antiguedada; la catedral, la plaza de la catedral, el Ayuntamiento dondee más tarde mi madre atendería en 4 aaños a 30,000 ciudadanos ovetenses aue noi la olvidaron cuando falleció en el 90, con las botas puestas para ir al Congreso del Partido, en donde Felipe González dice de ella: ” Purificación Tomás, raíz y símbolo del Partido Socialista Obrero Español”.

Y cada viaje lo entrañable de estar con una familia que la fracturó la historia.Las comidas colectivas de Vértiz se convirtieron en las comidas de Arguelles.

El día que Rafael prestó juramnto como Primer Presidente del Principado de Asturias, no olvido, ni la foto, la cara de asco de los ministros que venían del franquismo, al tener que escuchar  la Protesta que no el Juramento, de aquel hombre de 67 años, el primer socialista en tomar posesión tráss la muerte de Franco.

Al terminar Rafael y Pura se fueron a su oficina en la parte de la esquina con vista al Campo San Francisco. Atrás un edificio que el compró estaba el Banco de España y hoy es el Edificio de la Presidencia.Tras el fuimos la familia pero todos los compañeros del partidos acurrucados een aquel rincón,mientras en el salón del festejo militares, clérigos, ministros degustaban aquella spicha.

Por venir de otro continente, por haber creado un Partido en México el primero en 16 aaños, mi sentido común fue ver la escena y decirle a los compañeros: ” que hacemos aquí acurrucados.Hoy el Gobierno es nuestro” y nos trasladamos todos a aquel agape.Don Jesús Reyess Heroles Secretario de Gobernación en México dec´ñia: la Forma es fondo.Pues justamente por aquello nos presenetamos y asentamos nuestros cuerpos en aquella sede del poder, que no íbamos a perder en decenas de años.

Pero a Pura le faltaba algo. El Pin, Victor Manuel nuestro hermano impedido con un 100 % de incapacidad por el mal manejo de fórceps al nacer en el Sanatorio Español.

Tomó un avión, cruzó el charco.Lllegó a Vértiz y con la ayuda de sus hijos, tomó al Pin, lo llevó al enorme aeropuerto de la ciudad de México.Recorrió en silla de ruedas todo el aeropuerto hasta la sala 16 la más lejana, se susbió al avión, con Carlos lo inyectaron y acomodaron sobre 3 asientos en la parte trasera que se habían comprado,volvió a regresar el charco,en Madrid Rafael con una ambulancia lo esperaba y en 5 horas estaba cómodamente instalado en la habitación principal de Arguelles 13.

Ya estaban los tres(el Pin tiene hoy 65 años y ekl cuidado de decenas de años de Pura, luego de Rafael y los últimos 5 de la segunda esposa de Rafael que muere a los 97 años lo mantienen vivo y bien).

Aquel Oviedo que el Comisario Ramos me impidió conocer, se me quedó grabado muy profundamente.Días muy felices.La Malllorquina, Pepe Cosme tan respetuoso y atento conmigo y mi padre siempre hasta que falleció) los compañeros del partido y aquella hermosa ciudad la ha tenido grabada para siempre.-Cuando voy y oigo el Asturias Patraia Querida en el carrillon de Caja Astur, en aquella época hasta me hacía llorar.