Era un domingo del 2008.Como lo había hecho en viajes anteriores tomé el tren de cercanías y me fui a Mieres,cada vez que podía, en el aniversario de la muerte de Manuel Llaneza, iba a visitar su tumba y dejarle unas flores.
Nunca olvidé que trabajando en la mina del Fondon llamó cariñosamente “el guaje” a un joven minero llamado Belarmino y le dio su amistad, y que en 1910 en los Altos de San Emiliano, entre Sama y Mieres,lo invitaria para estar presente en la fundación del Sindicato Obrero Minero de Asturias(SOMA).
Tampoco, como en 1919 Llaneza había nombrado Presidente del sindicato al “duro” Belarmino, y que bajo su presidencia se logró el momento estelar de la historia de los mineros al conseguir las 7 horas a pie de mina,
Por supuesto, había escuchado en casa como en febrero de 1931, a dos meses de la República fallece Manuel Llaneza en la Casa del Pueblo de Mieres y una de las personas que estaban con él al morir,además de la familia, había sido Belarmino.
Motivos tenía, pues, para visitarlo cuando venía a Asturias.
Aquel domingo, me bajé en el puente de Mieres y recorrí a pie toda la ciudad para llegar al cementerio en el otro extremo de la ciudad.Pero al llegar observé una gran cantidad de automóviles de alta Gamma, sobre todo Audis, con unos 50 chóferes, recostados en sus autos aburridos,por que me decían llevaba Villa ya tres horas hablando.
Yo conocía a Villa, sabía lo que mi padre había escrito y pensaba de él, pero al verlo bajar entre Cándido Méndez, Javier Fernández y la “creme de la creme” del SOMA y del PSOE, y recordando que recién habían fallecido dos hermanos, me acerqué le dí la mano y le dije que le daba el pésame por el fallecimiento de sus hermanos. Y la mano me la dejó tendida,ante todos.Como yo había subido de peso, pensando que no me reconcía, le dije “José Angel, soy Rafael Fernández Tomas y te quiero……..” y la mano siguió tendida en plan miserable, ante todos.
Algún amigo me presentó a Cándido Méndez: ” Cándido, Rafael es el nieto de Belarmino”, ” ¡Ha, el nieto del Príncipe Azul!” y siguió su camino.
Seguí mi camino, le dejé las flores a Llaneza, observé que yacía con el su hijo Arístides,con quien había conocido en México, no sólo a el sino a su nieto y familia.
Cuando salía del Cementerio de Mieres, caminaba entre la polvareda de aquellos autos de los “prohombres del Sindicato y del Partido,en sus vehículos de alta Gamma.
Por supuesto, en la tarde jugaba el Sporting…..
Al mes me llegó una invitación para acudir a Madrid a un acto de la Unión General de Trabajadores, para agradecer a unas 100 personas, el esfuerzo en el exilio por mantener la UGT viva durante 40 años..Y por supuesto lo dudé.Iba a ir a un acto que presidiría e invitaría Cándido Méndez, con quien iba a tener una discusión segura, por haber llamado ” Principe Azul a mi abuelo”.Llamé por telefono al chaval que organizaba todo y me disculpé.Noté que eso le trastornaba los planes y su gran esfuerzo, y finalmente le dije que si iría.
Y fuí, e invité a Marcelo Garcia.(era una invitación para 2 personas).Fué un gran trabajo de ese muchacho y agradecí la invitación. Por primera vez conocía las trincheras de la batalla del Jarama, y me emocioné, cuando en una de las mirillas, aparecía grabado en la roca con algo como un clavo: ASTURIAS.
De ahí fuimos al Congreso, y con José Bono de anfitrión, vimos el Salón de los Pasos Perdidos, y luego en otro salón, en una vitrina el original de la Constitución del 78, echa a mano, preciosa, y que, repartidas a todos los constituyente, mi padre Rafael Luis Fernández Alvarez, firmante me la regaló y ahora esta en otra vitrina en Cancún en la casa de mi hija Paloma a quien se la obsequié,junto con los 7,000 volumenes de mi biblioteca.Al terminar pasamos al Hemiciclo y José Bono, en sus palabras dijo están aquí el hijo de Pascual Tomas(Presidente de UGT en el exilio) y el nieto de Belarmino Tomás.
Para finalizar se nos entregaba una medalla conmemorativa.En la Mesa presida por Cándido y dos personas más.Entre nosotros en el auditorio acaba de llegar Nicolás Redondo,amigo a quien conocí en México, y a quien le presenté a Pepe Cosmen Adelaida, en Cuernavaca donde los invité a comer para que se conocieran ,en el restauarante Las Mañanitas,( donde después iría a comer el Sha de Persia,en su exilio)
Yo iba decidido, y al ser llamado, subí al estrado y me acerque con Cándido que me daba ala medalla y le solté, en voz baja: ” Óyeme hijo de la Chingada por que hablas tan despreciativa mente de Belarmino llamándole el “Principe Azul”.Le cambio el rostro a Cándido y al terminar, en el brindis estuvo conmigo 15 minutos, tratando de explicármelo.
Han pasado los años.años. Belarmino está en la historia,olvidado en la tumba de Gargantada. Fernández Villa ,lleno de porquería, hundido en la historia y Cándido, luego de 22 años de dirigir la UGT, a punto de entregarla en las condiciones de deterioro que está.
La historia pone a cada quien en su lugar.