” Extranjeros de mierda, ¡soy alemán!”, esas palabras escuchadas por testigos, pueden ser el indicador de una nueva etapa que se abrirá con un riesgo mundial.
No es casual que en el V aniversario de la matanza de Noruega donde el ultraderechista con saludo nazi Andrea Breivik, acabase con la vida de 77 personas, la mayoría jóvenes.
Tampoco lo es que fuera un día después del incendiario discurso en Cleveland del Candidato Republicano a la presidencia de los Estados Unidos, en donde se encontraban acompañándoles, algunos de los más importantes dirigentes en el gobierno de la extrema derecha europea.
El cuidado del gobierno alemán en el manejo de la noticia; la escasa información de las televisoras que a los ataques yihadistas dan horas, y el hecho de que,como se comentaba, el o los agresores, no se inmolasen,daba un giro de lo que podía ser un ataque de Daesh, a lo que quizás menos deseaban los alemanes: el surgimiento en las calles de la homofobia y la extrema derecha.
Espero que al nombrar ayer Hillary Clinton como candidato a la Vicepresidente a Tim Keine, un poderoso senador hispanoparlante, el único que había realizado un discurso en Español en la historia del Senado norteamericano y cuya vida habría dado un giro cuando a los 22 años habría viajado en 1980 a Honduras, y ser maestro de escuela con los monjes jesuitas, ayude a la derrota del “Hitler norteamericano con armas nucleares”
Keine, católico como Kenedy, es conocido en Washington como el Franciso de Washington, en referencia al Papa Bergoglio..
Todos sabemos que podemos entrar en una nueva época de tensiones mundiales. Por ello es tan importante darle seguimiento tanto a lo de ayer en Munich, como a los de anteayer en Cleveland.