No entendía el por que Oriol Junqueras máximo dirigente de Ezquerra Republicana, un una entrevista de radio, comentaba que no entendía aquella votación de El Parlament ni la votación de Junts pel Si y la Cup. Que aquello no iba a ningún lado. Uhm…….

Y entonces, en mi modesta opinión, aquello era una jugada orquestada por “las cañerías del Estado”, para desbloquear la formación del Gobierno en Madrid.

Ante el riesgo, una vez más de que “España se rompe”, los poderes fácticos creaban un panorama en donde iban a lograr el Si de Ciudadanos y la Abstención del PSOE, donde finalmente en agosto será investido Mariano Rajoy.

No importan las declaraciones de los lideres políticos esta semana tras sus consultas con el Jefe del Estado.El primer paso estaba dado.

El segundo es que Mariano Rajoy aceptará intentar formar gobierno,y así fue.

Del Si de Ciudadanos, creo que no hay nadie que ignore que ha estado siempre presente, sobre todo después de las negociaciones para constituir la Mesa del Congreso,entre ellas la Vicepresidencia Primera.

Serán los poderes fácticos del Partido Socialista Obrero Español, las que tomarán la decisión, una vez lograda la unión del PP, Ciudadanos, el PNV y Coalición Canaria y aquel diputado canario que no debemos olvidar, cuando lograrán que el PSOE se abstenga, para no mojarse más que el mínimo.

Unidos Podemos, se ubicará en la oposición y tendrá la gran oportunidad de crecer, madurar su proyecto que es a futuro. El Pablo Iglesias de ayer, maduro, en la conferencia de prensa tras reunirse con el Rey, ya no es aquel muchacho que hemos criticado, que no entendía la diferencia entre un líder universitario a un aspirante a Jefe de Gobierno, como en aquella presentación con la mitad del futuro Gobierno al lado de él..

Cataluña no se separará de España.Mariano Rajoy será el próximo Presidente del Gobierno en agosto y, entonces vendrá lo más difícil, donde ya no avanzará Rajoy con su Guru, Arriola, sino que tendrá que enfrentarse con el reto de…….Giobernar la España que dejó, aun más complicada y las presiones de Europa.

En todo Estado que se precie, “sus cañerías” siempre están en su lugar.