Ante las divergencias que he encontrado sobre la etapa final del Consejo Soberano de Asturias y León, consulté los Archivos de Salamanca, del cual extraigo el texto oficial del Consejo sobre esos dos últimos meses.
ESTA ES LA VOZ DE ELLOS.
“Sólo un medio, una esperanza había.Seguimos el razonamiento del coronel Adolfo Prada para contener la ofensiva:contar con armamento y municipios.La mayor parte de la artillería se había perdido en Santander.Lo que había quedado en Asturias era poco y desequilibrado, siendo por esa causa ineficaz su tiro,faltaban armamento pesado y fusiles.No era posible armar a las unidades nuevas, ni siquiera a los soldados que iban a cubrir bajas.Batallones había que tener cuatro y cinco modelos de fusiles,desequilibrados a la vez
Tanto es así, que el primer acto del Coronel Prada fue pedir urgentemente al Gobierno diez mil fusiles y doscientas ametralladoras,en telegrama repetido que nos fue mostrado.La munición del máuser no existía y fue necesario retirar de los frentes tales fusiles:la dinamita faltó en absoluto y fueron innumerables los telegramas al Gobierno solicitándole urgentísimamente glicerina para su fabricación.Lo único que no faltaba era la munición de artillería, por que se fabricaba en Asturias.También se fabricaban granadas de mano, pero faltaban las espoletas.
En estas circunstancias el 24 y 25 de septiembre(fecha en que Belarmino Tomás había ordenado la preparación de los barcos para una evacuación de 40,000 a 50,000 hombres con carbón y avituallamiento N:A:) se reunió el Consejo.
El Coronel Prada principal responsable del ejercito informó con desesperanza de que solo quedaban municiones para 10 o 12 días “administrándolas bien”.Esto era rigurosamente exacto.Ya se habían perdido posiciones por falta de cartuchos acordó que dos miembros del Gobierno viajasen a Valencia para solicitar ayuda de forma urgente.
Los consejeros cumplieron su misión convencidos de que el Ministerio de Defensa trataría por todos los medios de facilitar sus peticiones,Se nos ofreció cuanto precisáramos y la salida inmediata del vapor “Reina” desde Francia comunicaron.Para que el buque soltara amarras con el material que almacenaban en sus bodegas se exigió una carta en la que los consejeros asumirían la responsabilidad sobre aquella carga de 15 cañones antiaéreos con sus proyectiles, 650 fusiles ametralladoras y siete millones de cartuchos que sólo servían para un lote de ametralladoras de las que había en número menor”
( Mañana continuaremos con la parte final de este valioso documento, publicado el año pasado en “Belarmino, uno más de los sin nada” del autor,Editorial Bubok, vía electrónica y regalado al pueblo asturiano.)