Normalmente cuando hablamos de la Gran Guerra, como es conocida la Primera Guerra Mundial, planteamos que los grandes triunfadores fueron los franceses, los ingleses y los norteamericanos y que los grandes derrotados fueron el Imperio Alemán, el Imperio Austrohungaro y el Imperio Otomano.
Hagamos un alto. En 1918, imaginemos bajo una jaima y su güisqui, a aquellos dos generales uno inglés y el otro francés, que regla en mano y el mapa sobre la mesa, dividieron, como ellos quisieron el antiguo Imperio Otomano.Sin más, trazaron las nuevas fronteras como les convenía a ellos y superponiendo ellos a las históricas fronteras milenarias de los pueblos musulmanes originarios.
Así, colocaron a sus amigos árabes, en todos los territorios del Imperio,como Ataturk en Turquía, al Sha de Irán en la antigua Persia, al rey Faisal en Arabia Saudita y así , creando la primera inestabilidad en aquella zona.
Pero vencedores al fin, de lo que sería la última guerra(sic), se repartieron África y Asia en pleno desarrollo del colonialismo. Por encima de los pueblos musulmanes llegaron los belgas, los ingleses, los portugueses, los franceses y, aunque sólo fuera un pedazo, España.
Pasaron 30 años en que los musulmanes fueron aplastados y convertidos en colonias de los occidentales, lo que creo un profundo malestar y sacó a flote los viejos enfrentamientos que en 1208 el Papa Bonifacio II, con sus palabras: ” Declaro la Guerra Santa contra los infieles al Cristianismo, ¡ Por que Dios lo ordena!”, desencadenaron cruzadas y enfrentamientos sin fin.
Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial y con la imposición, de nuevo, de Inglaterra le entregan parte del territorio de Palestina a los israelitas, lo que , aunados a aquellos enfrentamientos de esos 30 años, había que agregar lo que para ellos era inaudito. Entregar Palestina a Israel, era colocar al aliado del más poderoso imperio Occidental, los Estados Unidos, entre ellos.
Y ahí se agravó la situación. Todo lo sucedido al final de la Gran Guerra, la colonización, el colocar a los déspotas que estaban al servicio de Occidente, hicieron que las protestas se agudizaron a tal nivel, que cuando un país cristiano como Rusia invadiese Afganistán, se pusiera un movimiento organizado, cuyo primer líder fue el hijo del gran jeque de Arabia Saudita, Osama Bin Laden, quien a pesar de su enorme fortuna, se fué a las cuevas de Afganistán a lucha a la par de cualquier campesino.Además toda su fortuna la incorporó a su causa.
Con la invasión de Irak, todos sabemos que en la cárcel de Bagdad se reunieron con techo gratis, comida gratis, y tiempo para pensar Al Bagdadi y los que serían su Estado Mayor.
De allí surge, dar un paso hacia adelante de lo logrado por Osama Bin Laden, y consideran que hay que luchar por tener un Estado Islámico propio para poder desencadenar el enfrentamiento contra Occidente.
Occcidente respondiendo con la fuerza y los bombardeos sobre centenares de miles de civiles musulmanes, irritaron de tal forma a los musulmanes que prendieron la llama completa.A barbaridades de Occidente, barbaridades del Estado Islámico.
Y con ese problema, quizás el principal en la Aldea Global, empezamos 2017.
Sin caer en maniqueísmos, sólo hace falta apoyarse en la historia para saber que estos polvos son resultado de aquellos lodos, iniciados en 1208, siempre ambos con su Dios por delante.