Un día mi padre venía de inaugurar la Feria de Muestras en Gijón y nos comentaba a Pura y ami que había unos espejos en la Feria, donde se colocaba uno y se reflejaban las imágenes de sus antepasados, y que él al colocarse vio la imagen de su madre y DE SU NIETO ROBERTO.

Ese día me empezó a “caer el veinte” sobre muchas cosas de la vida de nuestra familia. Recordaba a una amiga que a los 15 años pasaba  del Colegio Madrid por nuestra casa que, con el tiempo me dijo un día: ” Rafael, yo no pasaba por saludarte a ti, lo que pasaba es que me gustaba tu padre “.Recordaba también que nuestros padres hablaban de nosotros como ” hijos del montón”,por que no eramos bien parecidos.

Así fue hasta que nacieron los nietos de Pura, Urcesino y Belarmino.Los nietos de mi padre salieron como él. Delgados, bien plantados,con facciones finas, todo lo contrario a sus hijos que eramos más bastos de boca grande, mandíbula fuerte,imprudentes.

Lo que sucedió es que en el matrimonio de la HIJA DE BELARMINO PREDOMINARON SUS GENES y en los HIJOS  PREDOMINARON LOS GENES  DE LOS HOMBRES HIJOS DE BELARMINO..

Tratando de investigar, averigüe que SANDALIO TOMAS era natural de Lieres, hijo de una familia de unos alemanes que en el siglo XIX, a principio, se dedicaron a la industria manufacturera. Algo lo resintió, quizás con el padre que se fue y tomó camino a Gijón, asentándose por trabajo en Lavandera, en Gijón.

Allí, Sandalio, en la casa que atendía a huéspedes y daba alimentos, hizo un alto para trabajar esa zona y un día tuvo un hijo natural con la hija de la dueña. Ese hijo natural fue registrado como BELARMINO TOMAS ALVAREZ.

Sandalio a partir de los 8 años lo llevó a trabajar,.como unas manos más y NO LO RECONOCIÓ HASTA QUE CUMPLIÓ 20 AÑOS EL CHAVAL.Nunca buscando en su historia he entendido la razón

Con su nombre y apellido, ya oficial, empezó la andadura por la cuenca minera y la vida que todos conocen.

Algún día en México, Belarmino comentaba que parecía que  tenía origen alemán, lo cual a él le valía un pito por que era asturiano y español hasta “las cachas”.

Un día en Cancún en mi oficina estaba con una doctora mexicana que estaba trabajando en Alemania, y al final me dijo: ” Señor Fernández usted es alemán!. ” Yo tengo muchos pacientes con su físico y sus apellido”..

Atando cabos comprendí la situación. Los GENES DE BELARMINO PASARON A TRAVÉS DE SU HIJA a sus descendientes Carlos, Jorge, Victor Manuel y Rafael, pero en cambio NO PASARON A TRAVÉS DE LOS HIJOS, ni en Maribel, ni en Tere, ni en Mai.

Por supuesto a nadie de nosotros nos importó el tema,pero recuperar la historia siempre es útil.Yo en México, a nivel mucho menor tuve cuando me tocó gobernar actitudes que resultaban incomprensibles pera mis amigos, y que al conocer la vida de mi querido abuelo, me llegaron a través de él. Siempre recuerdo que mi máxima ilusión era vivir la REVOLUCIÓN  para que la mesa que estaba patas para arriba, ocupase su sentido adverso.No podía ser que unos cuantos se quedasen con los excedentes de las mayorías,ete.etc.

Rafael se preguntaría mucho cuando nos regalaba aquellas estampas a los 4 años de hombres fuertes y musculosos; ¿ De donde me salieron estos hijos ?.

Por fortuna, en uno de mis viajes aquí, caminando por Gijón con Rafael y Pura le dije a mi padre: ” Papá yo  NO soy Fernández,con su prudencia, su fineza y su estilo elegante”, ” yo soy Tomás,” imprudente y que creo que mantuvimos los dos, el “NADIE TIENE DERECHO DE POSEER LO QUE NO ESTE  DISPUESTO A PERDER.”

Esto es una conversación con las lectoras o lectores, que no habrán entendió, la imagen de su hijo al regresar ante la figura de Don Rafael.

Quizás un aprendizaje más de que como , en este caso, predominaron los genes masculinos,y que no se pudo entender hasta la siguiente generación.

La viva imagen de Rafael está en Roberto Fernández, Rodriguez.

El era, casualmente,el que aparecía en aquellos espejos de la Feria de Muestras, que nos comentaba mi padre,no se si extrañado u orgulloso, en el Niza, en Oviedo.