La mujer más poderosa de Occidente. La Canciller de Alemania.La mujer todopoderosa a quienes en la Unión Europea todos temen, A ella, siempre sonriente, ayer en su primera visita a la Casa Blanca, Donald Trump ni la saludó al llegar, y en pleno Despacho Oval, la dejó con la mano tendida sin darle la suya.
De ese tamaño es Donald Trump.Si eso se lo hizo a Angela Merkel, que pueden esperar los demás países del mundo con él.Es bien sabido que cuando saluda pone la mano hacia arriba, como dándole la oportunidad de que lo saludasen.Lo que le hizo al Primer Ministro de Japón fue excepcional: le obligó a que posase su mano en la de Donald, si la retuvo varios segundos y luego le dio palmaditas en su mano, al Primer Ministro de uno de sus aliados estratégicos, quedó sorprendido
El único que le captó la jugada, fue el primer ministro de Canadá, quien no le dio tiempo, le estrechó la mano como pares y en segundos le agarró del brazo, derecho como “viejos cuates”
Nunca, creo, que nadie le haya dejado la mano al aire como ayer a Angela Merkel, y menos ante toda las prensa internacional.
Por si alguien dudaba de lo atemorizados que están todos, hoy los cancilleres del G-20, el grupo de los 20 países más poderosos del planeta, por vez primera, no criticaron al proteccionismo ni ratificaron su acuerdo de apoyar el Tratado de París contra el cambio climático.
El oso, que grita y hace aspavientos, tiene acobardados a la mayor parte de los países del mundo. El cambio del discurso de hoy de Tillerson, de cambiar de lenguaje sobre Corea del Norte y no repetir las acciones militares, es un reflejo de lo mismo.
El oso, durmiendo sin la esposa que no lo soporta y sigue en Nueva York, que no ha dormido ni una noche en la Casa Blanca, aunque no digo que duerma sólo, en su subconsciente, levantase como una fiera, desayuna con la indigestión de las noticias de los diarios y por eso llega a las 11 de la mañana, hora de Washington y se lee esa Ordenes Presidenciales que le ha preparado el Rasputín de la Casa Blanca, Steve Bannon,que atemorizan al mundo, y si no es suficiente se conecta con twiter con sus 80 millones de seguidores para quienes la palabra de su Gurú, es palabra del Profeta.
¿ Que no le ha funcionado ?. Que lo diga Angela Merkel y los ministros de finanzas del G-20.