Ya era hora. Desde tiempos centenarios la división entre los países del norte de Europa protestantes empezando por Reino Unido, Alemania y Holanda y Austria, han tenido una subestimación por los países del sur.Si bien es cierto que dentro del protestantismo y su ética hay una tendencia a valorar el trabajo del hombre superior al cristianismo,también lo es que aunque aquellos países tengan mejores ingresos, también lo es que el sentido de la vida en el Sur de Europa es, en mi opinión, superior a los del norte.
Subestimar a España, a Italia, a Grecia, a Portugal por el tipo de vida que se lleva, es desconocer el origen de cada país, y tratar de usarlo como arma arrojadiza es, por lo menos, lamentable.
Las inconcebibles palabras del Presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsseloeh hace una semana, diciendo palabras más o palabras menos que no se valía que los países del Sur, se gastaran el dinero en alcohol y mujeres y luego acudieran por prestamos para ayudarles, era una vergüenza, que merecían respuesta.
Por ello el acierto de Mariano Rajoy de invitar a Madrid hoy a los mandatarios de Francia, Portugal, Italia, Grecia, Malta y Chipre, para, sin tocar el tema, dejar claro las erróneas concepciones que tienen, a veces racistas, de los llamados países del norte, que son los que nos han llevado principalmente a las dos Guerras Mundiales.
Recuerdo, permitamelo hacerlo, una conversación entre un representante del Norte de México, industrializado al máximo, con un yucateco, al acercarse a la costa de este estado en su barco. Al observar que en Yucatán hay 150 kilómetros de costa con casas a la orilla del mar donde desde la clase media baja, hasta la elite, tienen casas de verano,(único estado que tiene la concepción española de los 2 meses de verano y la casa en el mar).
Le decía el norteño: ” Con todo ese dinero abandonado 10 meses al año, nosotros ya habríamos creado una fundición de Hierro, a lo cual el yucateco, le respondió: ” SI, PERO NOSOTROS VIVIMOS MEJOR “