Donald Trump parece más nervioso cada día que pasa. El cese fulminante que hizo  del Director del FBI James Comey, ha precipitado una serie de acontecimientos que no ha medido suficientemente el Presidente de los Estados Unidos. Acostumbrado a los negocios solamente, pensó que la Presidencia sería igual y ha reaccionado amedrentando a todos aquellos que investigan la Conexión Rusa lo que es desconocer al solido sistema de poderes que tienen los Estados Unidos desde 1776.

Ayer le salió el tiro por la culata al destituir, el segundo en la historia de los Estados Unidos, al Director del FBI, por que la respuesta del nuevo Director apoyado por el Senado(de mayoría republicana), ha hecho que esté en manos del Comité de Inteligencia del Senado la investigación del caso.

De inmediato el Senado a citado a declarar a puertas cerradas, al destituido y ahora vilipendiado James Comey, en una reunión  el martes que puede ser vital. Además ha llamado a declarar al General Flynn para que entregue toda la documentación que lo vinculan con Rusia.

Fue un doble golpe y le muestra que la partida siga abierta.

Ayer mismo 35 fiscales federales del país pidieron un investigador especial con todos los poderes.

Y por si fuera poco  en el encuentro con el Secretario de Exteriores Ruso y con el Embajador ruso en Washington, se hizo sin permitirse a la prensa.Para sorpresa aquella fotografía apareció antes en Moscú que en Washington, pues la hizo un periodista ruso, lo que ha calentado más las cosas.

Fuera de si, Donald Trump, está dando golpes por doquier mostrando el grado de como se debe de sentir acorralado de que salgo algo a la luz que confirme su implicación en la Conexión Rusa..

La prensa norteamericana señala que ” se sienten aires del Watergate sobre Washington”