Furioso, Mariano Rajoy, decía: ” Que verguenza que fuéramos en toda la Unión Europea los únicos que no aprobaremos en el Parlamento del Tratado de Libre Comercio entre Canadá y la UNión Europea”.Su cara, descompuesta, entendía, como todo podía quedar en manos del PSOE.

Moscovici había viajado de urgencia el domingo  a Madrid a entrevistarse con Pedro Sánchez, en una visita que muchos no entendimos, pero que iba en la misma dirección.Que aprobase dicho Tratado.

Ribera, no salía de su pequeño mundo intelectual: ” Es que el PSOE, se entregó a Podemos, sin pensar en España.Es inconcebible “.

Nadie recordaba  las multitudinarias manifestaciones de meses atrás en las calles de toda Europa donde se pedía no  aprobar este Tratado, que iba en beneficio de los grandes empresas y lastimarían a los trabajadores de toda Europa.

Nadie recordaba las grandes manifestaciones en las calles de trabajadores canadienses, norteamericanos y mexicanos que hace 20 años salían a protestar, por la misma causa el Tratado de LIbre Comercio entre E.U.- Canadá y México,cuyo resultado está a la vista: todo en beneficio de las grandes empresas y empobrecimiento de los millones de trabajadores.

Pero después de años de discusión, de esa defensa férrea de los obreros europeos, fué aprobado por Bruselas, pero FALTABA UNA COSA: LA APROBACIÓN DE CADA PARLAMENTO.

Rajoy, Ribera, ni se imaginaron, ni las empresas del IBEX 34, lo que sucedería a partir del domingo pasado y los cambios en el Partido Socialista Obrero Español.

Y el PSOE, cambió tras el Congreso XXXIX, de la aprobación a la abstención.

Ese simple movimiento, ha dejado en manos del Parlamento Español, al final de estos años que se apruebe o no.

La decisión de Pedro Sánchez, nos mostró la coherencia entre los acuerdos del Congreso y la actuación de la misma Ejecutiva.

¿ Que pasará en el Parlamento de España, el último que falta por aprobar ese tratado, no lo sabemos?, pero si que que se fué coherente al mandato del Congreso que mando abstenerse.

Por supuesto, compañero Pablo Iglesias, no se atribuya seguimiento del PSOE a sus decisiones. Un acuerdo del Congreso del PSOE, es un acuerdo y la Ejecutiva es una ejecutiva coherente.