Me tocó vivir en 1976 acompañar a un veterano socialista que había regresado por petición del Partido a los 64 años y a los 61 su esposa a Asturias, a la muerte del dictador, buscando por las calles de Oviedo un local para iniciar como abogado laboralista la construcción del PSOE tras 40 años de franquismo. […]