Hace un mes señalé en este blog que ” Cataluña sería la punta de lanza para el Golpe de Timón que España necesita.”
Traté de explicar el proceso catalán como lo observaba y algunas personas me consideraron un independentista antiespañol. Fue por esa razón que el sábado dejé claro que no soy independentista y puse como ejemplo a Belarmino, y su Declaración de Soberanía en Asturias y León , en 1937, en apoyo a la legalidad Republicana, ante el alzamiento de Franco, él, internacionalista proletario.
Pero mi planteamiento es que el problema de Cataluña, iba a ser la punta de lanza para el Golpe de Timón que España requiere en 2017.
Los líderes catalanes no han sabido estar a la altura de una gran parte de su pueblo y las dos actuaciones de Puigdemont, muestra que no ha tenido los tamaños para ponerse al frente de esa enorme cantidad de ciudadanos que salieron el 1o. de octubre.
Pero, de entrada, además de la señal de alarma de como hemos podido estar al borde del precipicio por problemas no resueltos, aceptó la proposición de quien finalmente ha estado más acertado en ese proceso: Pedro Sanchez, la militancia, que lograron creemos que, por fin, abrir la el melón que significa la Constitución de 1978.( Nada que ver con ellos, los viejos lideres del PSOE, que se lanzaron a felicitar al Rey en 12 de octubre.)
No, no era la Independencia, ni el 155 el camino
Ante la reticencia por años del Partido Popular de hacer cambios( ha habido 2 en España y 27 en Alemania)en la Constitución de 1978, algo grande tenía que ocurrir, y ello fue Cataluña.
Por supuesto el problema de la territorialidad no ha sido resuelto, y puede esperarse movimientos sociales en Cataluña de envergadura, y será una más de las asignaturas pendientes, para los cambios futuros.