No lo esperaban ninguno de los dos después del día histórico que había logrado Jared dando su cabeza por reconocer los EE:UU. a Jerusalen, capital de Israel.

Con su sonrisa de gran triunfador, Benjamín Netanyahu, volaba en su avión hacia Bruselas. Pensaba que aquello iba a ser pan comido.El apoyo de Europa a Jerusalen como capital; al fin y a cabo el tenía una baza a su favor: Europa le debía muchos favores al Mossad, en su lucha contra el yihadismo y tenía unos servicios cibernéticos fundamentales.

Sin embargo según trascurría la reunión con las autoridades de la Unión Europa se daba cuenta que en Europa nadie lo apoyaba. Fue tal su coraje que canceló, “por problemas de agenda sabe usted” el desayuno con Juncker el presidente de la Unión Europea. Todavía no sabía en el avión de retorno, que Hezbola había decidido cambiar su estrategia por los problemas de Medio Oriente y ahora enfocaría de nuevo todas sus baterías contra Israel.

Quien se precie en el mundo árabe, debe de cambiar de inmediato toda la sinergia en contra de Israel. Jerusalen era demasiado.

Sin darse cuenta Putín ya ha dotado a tres países cercanos a Israel los poderosos e imparables misiles S-400 a Egipto, a Turquía y Arabia Saudita.

Mientras el masticaba con su gabinete la reacción de Europa, Donald a varios miles de kilómetros esperaba con ansía las elecciones en Alabama. Era una piedra de toque. Se enfrentaba su candidato un ultra,a ser senador contra un demócrata progresista.

Pues hoy nos hemos enterado que el candidato de Trump, fue duramente derrotado, a escasos meses de las legislativas claves y ene medio de otra tormenta, además de la de la Trama Rusa: 100 mujeres acusaban ante la justicia a Donaldo de “abuso sexual “.

No pinta bien para ambos aliados, ni para Jared e Ivanka el 2018.