Hace unas horas, el Congreso del SPD alemán,  aprobó la alianza con los social cristianos de la canciller Merkel. Noticia esperada no sólo en Alemania, en Europa y en el mundo.En principio cantan victoria todos los que apoyaban la Gran Coalición tradicional en Alemania, que consideran que esa Alianza daría a Alemania una fortaleza en su alianza con Francia.

Una Europa fuerte y sólida es necesaria para el nuevo equilibrio mundial con EE:UU, China y Rusia. Mañana las bolsas abrirán al alza, pero ………no tan de prisa.

En una semana tal alianza podría acabar  los 110 días sin gobierno en Alemania pero, importante, tendrá que ser aprobada por todos los militantes del partido social demócrata que preside Martín Shultz: 450,000 militantes.

Tan sólo ese hecho nos dice mucho. Un partido con 450,000 afiliados y un proceso profundamente democrático, es un ejemplo. Pero, ¿por que no hay que echar las campanas al vuelo?. Por que hay una fuerte oposición encabezada por sus juventudes y dos Federaciones,entre ellas Berlín, que plantean que de hacer esa alianza que formaría gobierno, dejaría a la AfD nazi, con la primera fuerza de oposición.

Allí,si hay memoria histórica.