De pronto una Soraya desconocida, nerviosa, gesticulando con los brazos, aparecía ante los medios.En medio de la cara de preocupación que mostraba el día anterior su jefe por las acusaciones de Costa contra Camps y que lo pueden dejar mal parado,la conferencia de la Vicepresidenta del Gobierno, normalmente serena, dueña de la situación , sorprendió.
” El Gobierno ha decidido llevar al Tribunal Supremo la impugnación para parar la investidura de Puigdemont “, dijo, pensando en la satisfacción que le daría a Mariano con esa nueva ofensiva que parase el escándalo de la corrupción.
Precipitado, como todo lo que se hace cuando se tiene miedo, sin consultar con sus propias gentes que están en el Consejo de Estado, máxima autoridad consultiva del Reino de España e integrado por muy diversas personalidades pero todas de primerísimo nivel, se encontró horas después con que El Consejo de Estado rechazaba la petición del Gobierno de Mariano Rajoy y los desnudaron, a la vez que dieron armas a los independentistas y oxígeno y unidad.
El gobierno central cuestionó una y otra vez en el proceso catalán que el Parlament se hubiera saltado la opinión de los letrados, saltándose la legalidad y ahora ocurría en el mismo error, pero con una dimensión superior, que puede crear una crisis institucional.
Aunque más tarde el Gobierno mantuvo su postura, el daño estaba hecho.Varios miembros del Tribunal Supremo ha manifestado su total desacuerdo con la forma con que Rajoy los está utilizando, pero ayer la gota derramó el vaso.Pero, aunque es posible que prospere la impugnación, Soraya, en su precipitación llevó a las 8 columnas de la mayor parte de los medios nacionales el grave error cometido.
Por otra parte, lo que le faltaba a los independentistas para limar sus asperezas, unirse ante lo consideraron una agresión a quien el pueblo de Cataluña. nos guste o no, ha decidido que Carlos Puigdemont sea el presidente de Cataluña, fué la declaración precipitada de Soraya y se reafirmaron en sus papeles con la intervención del Consejo de Estado.Así, sin esperarlo, se reunieron y tomaron la decisión de que la sesión de investidura de Puigdemont, se realice el martes 30 a las 15 horas, teniendo ese día y el 31 como límite legal.
Por enésima vez, Soraya y Rajoy han creado más independentistas que ERC, JxC y la CUP.Desde la forma como derribaron el Estatut, hasta el pésimo manejo del 1 de octubre, el 155 y lo de ayer, han logrado que aquel problema nacional sea internacional y de una gran repercusión.
Puigdemont no será presidente de hecho, pero la imagen de un Presidente con el apoyo de las urnas, aunque sea de forma telemática, es lo menos que quiere ver Rajoy, y menos en lo que le está cayendo y lo que vendrá.
No olvidemos que la Moncloa, dijo que Pedro Sanchez había aprobado la decisión que ayer Soraya, en el declive de un gobierno que más temprano que tarde caerá, lo había apoyado