Menudita, cara afilada, ojos tristes, a Patricia de unos treinta y tantos años, le cayó encima el enorme dolor y, sin quererlo, rebosando toda la humanidad que trae dentro, nos dio una lección a todos los españoles. Nadie hubiera querido ponerse en su lugar, desde que su corazón saltó por la desaparición; hasta vivir día tras días la […]