Donald Trump ha informado del envio hasta de 15,000 militares a su frontera sur, más que los 14,000 que cuidan la frontera de Afganistán, pero que los ya 7,000 centroamericanos no pasarán y que si les lanzan piedras en la frontera responderá con disparos.

Para entendeerlo hay que ubicarnos en clave electoral.

El martes próximo día 6 son las elecciones legislativas de mitad de mandato, claves para las Generales que ,en dos años después, definirán quien ocupa la Casa Blanca para  otros cuatro años.

Pero hay también que pensar en quien ha organizado ,desde Honduras,  justo ahora  ,estas marchas perectamente organizadas que prenderán la frontera sur en el momento en que el nuevo presidente mexicano tome posesión el 1 de diciembre.

Trump ha planeado perfectamente esta acción. Cuanto más duro sea su lenguaje y sus acciones cara al 6, más se fortalecera con sus votantes y recordemos que un triunfo de los republicanos puede hacer que Trump gane un segundo mandato.

Pero, por otra parte, en una América Latina girando a la derecha y en Brasil al fascismo, entra en contradiccción con lo que está sucediendo en México.Fue tan grande el triunfo de López Obrador, hay tantos millones con esperanza, que aprovecharán, cuidadosamente toda la acción que debilite al hombre que está girando, en su patio trasero, al reves de las manecillas del reloj.

Empezaron ya con la decisión popular de evitar que lo que iba a ser el nuevo aeropuerto sobre el Lago de Texcoco no se realice, se evite el pago de 12,000 millones de dolares, y dentro de la austeridad republicana, se haya decidido un opción que con 3,000 millones de dólares, permitan restaurar el que existe y ampliarlo con dos pistas en el nuevo aeropuerto en Santa Lucia.

Cuando los Estados Unidos se mueven, hay que estar atentos hasta el último movimiento que se produzca en el entorno.

Ayer Peña Nieto, se reunió con todos los bnqueros del país, no se sabe si para despedirse o emprender alguna acción.

Por lo pronto 7,000 mujeres, hombres y niños continúan hacia la frontera, pero ayer una parte de ella tomó el camino de Veracruz para llegar a la frontera. Veracruz y Tamulipas, dos de los territorios más poderosos de los Carteles de la droga.

Hay que leer entre líneas.