Y por fin llegó el día.Lesmes a un mes de que no sea ratificado; un Supremo dividido que se juega su prestigio; una banca no dispuesta a ceder más que lo indispensable y 14 millones de ciudadanos con la ilusión de un dinerito ,a los cuales no pueden engañar facilmente.
Hace un par de horas que empezó el Pleno del Supremo, no con los 31 sino 28 magistrados, tardará varias horas en tomar una decisión pues llegan divididos.
Cuando Carlos Lesmes aplaudia en Basilica de San Pedro en El Vaticano,como el hombre al frente de la delegación española, consolidado por los poderes, por el Partido Popular a aquel nuevo cardenal, nunca se imaginó, sobre todo después de “haber salvado a España” en el abordaje de los catalanes, como iba a terminar.
Por que va a dejar el Supremo con dos problemones:El process y el enfrentamiento ante la sociedad y la poderosa banca.
En juego pueden estar 15,000 millones de euros, si ratificase el Supremo que serían los bancos los que pagasen el impuesto y se definiera que hay retroactividad.
Los bancos, pararon ya al Supremo, cuando aquel amigo Picazo nombrado por Lesmes cometió el error.Pero lo hicieron ante millones de españoles que piensan que podrían recuperar 3 o 4,000 euros, si hoy ratifican la decisión.
Y cuando hay dinero de por medio, la banca, los ciudadanos, los grandes bufetes de abogados van a emplearse todos a fondo, con consecuencias sin determinar.
Ese es el conflicto de los 28, discutiendo en estos momentos de este lunes 5 de noviembre como armonizar intereses.
Mientras eso sucedía, ajenos a este “problemin” español, China cruza los dedos para que mañana la mayoría demócrata gane la Asamblea de Represeentantes, y Don Pablo Casado presiente en el Waterloo que se le viene en Andalucia.