En algún lugar secreto de Buenos Aires, ayer y no anteayer, se celebró la cena,cumbre, entre Donald Trump y Xi Jinping.
Lo único que ha trascendido, primero en Pekin y luego en Occidente, es que EE:UU: va a hacer un alto en el cobro de aranceles.
La fotografía donde aparecen ambos mandatarios ,mesa entre ellos, con sus 6 colaboradores más importaantes, nos da una idea de los personajes y sus naciones.
A la derecha el representante de la mayor potencia de la historia de la humanidad, en declive apenas trescientos años, el pasado, y del otro el milenario pueblo, el chino, con un lider por cinco años en plenitud de poder y con dos proyectos: para 2021, aniversario 100 del Partido Comunista Chino, donde buscan que ” China se situe en un nivel aceptable de nivel de vida” y en 2049, 100 aniversario de la Revolución Rusa, donde su meta es mostrar al mundo ” La Via China al Socialismo “.
A corto plazo, para Trump, su lucha comercial, a largo plazo para China, que está tejiendo, sin apenas alborotos, la NUEVA RUTA DE LA SEDA,cosa nada menor que va a terminar uniendo al mundo
Si hace miles de años que surgió la Ruta de la Seda, que unía a China, pasando por toda el Asia Central hasta Turquía y con ello a Europa, hoy los chinos están creando la Nueva Ruta de la Seda, que virtualmente unirá el mundo, con el apoyo de 100 paises, con 41 oleoductos y gasoductos,199 centrales eneergéticas, 203 puertos, puentes y líneas de ferrocarril.
Para ellos el avance en la guerra comercial es fundamental, no a corto plazo, sino a sus proyectos a largo plazo.
Hace dos semanas, Carlos Slim, decía en Madrid: ” LA LUCHA AHORA NO ES POR TERRITORIOS SINO POR MERCADOS”.
Por supuesto la respuesta española de que no se uniría a la Ruta de la Seda, era debida a que antes, Europa en su conjunto ya había fijado sus proyectos sobre este magno proyecto.