En su auditorio especial para la conferencia anual de prensa con capacidad para 1,000 periodistas nacionales e internacionales y la enorme pantalla sobre su cabeza, este tigre, dijo ayer algo que ha pasado inadvertido.
Cuando habló, todavía no había caido el más poderoso general de los Estados Unidos, el Secretario de la Defensa de Trump, Jim Matis por la decisión del presidente de retirarse de Siria, dejándole el control de Medio Oriente a Rusia.
A pesar de ello, sus palabras no deben de olvidarse:
” Pareciese que el mundo ha olvidado que esta en condiciones de desatar una guerra que acabe con nuestra especie.Cada día que EE:UU. salga de los acuerdos sobre las armas nucleares, más no acercamos”.
Ni más, ni menos.
Cuando en 1989, ya miembro de la KGB y estando en la RDA al frente de la STASI, toma su coche y vulve a Moscú, con sus muebles y los archivos de la Stasi, este hombre, a quien alguien le habia echado el ojo, cuando en un movimiento que lo encerraba en su oficina en Alemania, salió a dar la cara a los manifestantes con microfono en mano, y con esa tranquilidad característica dijo: “O se van o los reprimo”.No se fueron , y a los cinco minutos, 180 cadaveres yacían enfrente de él.
Borís Yeltsin fué el que descubrió la perla en aquel muchacho universitario cuyo sueño era ser espía.
La historia de él la conocemos.No es de los que le tiemble el pulso.
Y ese tigre sigiloso, audaz, con pómulos eslavos y ojos de acero fundido, con 1.70 de altura y musculoso, que aspira a recuperar la URSS,y que tiene más bombas atómicas que los Estados Unidos, fué el que ayer con toda frialdad, dijo esas palabras.
Ahí lo dejo, para su analisis.