Volando en estos momentos sobre el Pacìfico, preocupado, habiendo adelantado abruptamente su regreso a Washington sin lograr acuerdo alguno con Kim Jong un, a Donald Trump no lo calienta ni el sol.
La mejor muestra de lo que le preocupò la comparecencia de su ex abogado de toda la vida Leonard Cohen, que se le fue a la yugular ayer ante el Congreso y la naciòn, lo ha sido el tirar por la borda uno de sus proyectos estrellas con Corea del Norte y regresar de inmediato a la capital de su paìs.
“Racista, mafioso, mentiroso”, entre otras cosas lo calificò ayer el hombre de todas sus confianzas durante años .Con expresiones sobre los afroamericanos(“son unos estupidos y atrasados “) y que estaba al corriente de la acciòn de Rusia sobre los ataques a Hillary Clinton, entre otras cosas, igual que el pueblo ayer iba a las televisoras màs cercanas a oir a Cohen, Trump que sabe que le puede costar la presidencia, mientras usted desayuna con la conciencia tranquila(bueno qizàs no tanto Rajoy antes que comparezca Urkullu), nos imaginamos las escenas en el Force One.