En tan pequeño territorio, en la ciudad de Oviedo,con escasos 200,000 habitantes tuvieron presencia militar no sòlo el general Franco en 1917, sino el General Yague en 1934 y el Teniente Coronel Aranda en 1936, los tres traidores a la Constituciòn de 1931.
De Franco, recordemos nada màs, cuando en 1917 era llamado por sus gentes ” El Comandantin”, marginado por la oligarquìa de la Calle Uria que estaban en contra de que pretendiese a Carmen Polo, y que para mostrarles de que estaba hecho, tras el fracaso de la Huelga Revolucionaria, dictcò la sentencia: ” Los quiero, Vivos o Muertos “.
Años màs tarde, en 1934 en la conversaciòn ” de general a general” como dijo el minero presidente del Tercer Comitè Revolucionario, al general Lòpez Ochoa, surgieron unos acuerdos.Al salir a dar explicaciones de lo acordado a sus compañeros en Sama de Langreo, el General YAGUE, indignado habla a Madrid y rompen el acuerdo y masacran por segunda vez al pueblo asturiano.
En 1936, mientras el general Mola(como se explica con toda claridad en la pelìcula La Conspiraciòn de RTVE, estrenada ayer tras 8 años de censura de Rajoy), el comandante militar en Oviedo, se reune con los dirigentes del Frente Popular, niega estar en la sublevaciòn, sugiere mandar 5,000 hombres para apoyar a Madrid, lo consigue y salen 2,000 hombres en tren y 3,000 por carretera con la promesa de que las armas se las darìan en Leòn y en cuanto dejan territorio asturiano, se levanta en armas y , como respuesta al pueblo indignado reprime a los miles que salieron a las calles.
Pudo mantenerse por un error del Frente Popular,en Grao, donde el PC con Ambou al frente, no logran parar a las tropas gallegas y que un mes màs tarde, en la reuniòn del Frente Popular le cuesta el pùesto de encargado de Guerra a Juan Ambou y queda hasta el final encargado de cultura.
De esos tres generales, sabemos muy bien la historia de Franco, pero cabe señalar que el ARANDA y YAGUE, en 1942, son comprados a travès de Juan March, por Winston Churchil, a cambio de 20 millones de dolares cada uno de ellos.
Cuando se nace traidor, se muere traidor.
Hoy traigo el respeto a los descendientes de los hombres y mujeres sin nombre de Oviedo que tuvieron que soportar todo aquello.
Esos son los verdaderos heroes olvidados de Oviedo.