Impecable en su vestir y en su andar con sus 67 años, aquel hombre que apareciò en los medios, ante toda la naciòn  a travès de los televisores, fue de impacto.

Ante el inicio de la Legislatura que, en ocasiones, parecìa casi un circo, no era Pedro Sanchez la figura; ni tampoco la presidenta del Congreso Maaritxell Batet; mucho menos los que pensaron que estaban en la primaria desayunaron a las 6 y media de la mañana,corrierron para ganar unos sillones de la Càmara que nunca màs volveràn a ocupar, y cuyo lider circunspecto, se sentò en la bancada socialista, justo atràs del Presidente del Gobierno, un señor Abascal; ni siquiera los politicos presos que gozaban de un desayuno fuera de la càrcel con esposas y amigos.No el personaje era otro, que parecìa sacado dee la historia de España.

Aquel hombre mèdico de Burgos que por primera vez en su vida era diputado, cosas de la vida,era el de mayor edad, en una Legislatura con un promedio de 47 años y la mitad mujeres.Como tal,por ser el de mayor edad(recordamos a Alberti y a la Pasionaria en la primera Legislatura de la Democracia), y como tal le tocaba presidir la Càmara en el proceso de la elecciòn de la mesa del Congreso.

Y ahì apareceiò, cual Valle Inclàn, con su porte, su talante y una barba canosa imprsionante  que le tapaba hasta el cuello.

De modales finos, casi exquisito, de pronto se dirige a los diputados y les dice: ” Por favor se les pide a los señores diputados de la escalinata izquierda despejen las escaleras, por que vamos a iniciar, el peregrinaje de la urna”. Y hecho a andar,con un ujier delante cargando la mesa de votaciòn, con toda su dignidad, paso firme subiò todos aquellos escalones, para que depositasen la urna delante de un diputado, Echenique en la ùltima fila,que no podìa bajar.

Pero el hombre,con toda seriedad, mandò que le pusiesen la urna frente a Echenique,  mientras èl recibia,  como los de los 349 màs su voto y Don Agustìn lo metìa en la urna y de nuevo el peregrinaje de la urna fue hacia abajo.

Parecìa una imagen de un cuadro y como una periodista èscribìa hoy en la tarde el Hemiciclo se convirtio en un escenario entre Valle Inclàn y Berlanga, por la actitud de los 350 diputados.

Quienes estuivimos en 1977 en el Congreso nunca podemos olvidar la dignidad de Rafael Alberti y La Pasionaria subiendo a presidir la Càmara de diputados, tampoco podremos olvidar a Don Agustìn Javier Zamarron, de profesion medico y por unas horas el segundo poder del Estado.