Por primera vez en 60 años, el 4 de julio, aniversario de la Independencia de Estados Unidos, deja de ser una fiesta cìvica, el dia de la barbacoa para las familias de este paìs, para convertirse en una demostracion de fuerza militar.

Este desfile soñado por Trump, y que se està celebrando,con lo màs moderno de su armamento, salvo sus tremendos tanques que por pesar 60 toneladas harìan talco las calles de la ciudad de Washington, por lo que lo que usted vea mañana seràn los” tanques pequeños”.Surcaran los cielos de la zona los màs modernos y poderosos aviones de combate.

 Tras el desfile, habrà un discurso a nivel nacional del presidente que ha causado molestia y recelos no entre la poblacion sino entre las mismas fuerzas armadas que sienten que van a ser usadas politicamente por Trump.

Casualmente, o no, el caso es que el que atterizò en Roma a la 1 de la tarde de hoy  fue Vladimir Putin, en viaje relampago que ha terminado con una cena en el Palacio Chigali,con todas las autoridades.

Antes, Putin tuvo una entrevista con el Papa Francisco I donde habran analizaado las tensiones entre Roma y la Iglesia Ortodoxa Rusa.

Pero lo que màs llama la atenciòn es que a dos dìas del triunfo de Salvini, al dar un giro a la derecha en Europa en las negociaciones de la UE, su principal amigo, al que Salvini tiene,como Hitler en 1922 tenìa en su despacho el reatrato eje de Mussolinni, hoy Salvini es el que admira a Putin. Casualmente, Rusia se acerca a la Uniòn Europea, tras del triunfo  de los populares en las instituciones.

El pretexto era que Putin pedìa se levantaran las sanciones de Italia por Crimea,  pero a nadie extraña la ofensiva de la ultraderecha de EE:UU, extendida a Brasil y ahora con un giro en Europa, todas ellas posiciones que apoya Putin.

Antes de tomar el aviòn para regresar Putin se reuniò con su gran amigo italiano: Silvio Berlusconi.