De pronto, al final de la mañana Santiago Abascal, mandò el siguiente mensaje a los otros dos dirigentes de la derecha: ” O hay una reunion entre Casado, Rivera y yo, 0 peligran los pactos en Murcia y en Madrid”.
Cansado de la reticencia de Rivera, entrampado en los problemas recientes, Abascal mandò este mensaje, esta exigencia.Dejo mi agenda libre para el martes que estarè en el Congreso para esta reuniòn.
La ùnica respuesta dada desde aquel momento hasta esta hora tres y media de la tarde, fuè la de Inès Arrimadas, en su enèsima comparecencia en los medios para quejarse de la agresiòn del Dìa del Orgullo Gay, a la pregunta de si estarìa Rivera, por cuatro veces evadiò la respuesta, y se limitò a decir que ” serìa preferible” que las reuniones entre los tres se dieron a nivel regional.
Casi parece imposible que dejen escapar no sòlo Murcia sino Madrid, pero habilmente, le mandò la pelota al terreno de Albert Rivera.