Al nacer Victor Hugo, no sabìa que acababan de nombrar Consul Vitalicio a Napoleòn en Francia en 1802, como èste no sabìa que en su expediciòn a Egipto, uno de sus militares iban a encontrar la Piedra Rosseta, mediante la cual ha sido posible traducir a los egipcios, que habìa sido construida en 210 a.c. al tiempo que llegaba al poder Qin Shi Huang, primer emperados de China.

Tenìa sòlo un año y Balzac 4, cuando Napoleòn vendiò a los Estados Unidos, dos millones de kms. cuadrados de su territorio a los Estados Unidos, que va desde el origen del Missisipi en Lousiana hasta arriba de los Grandes Lagos en Canadà.Ànte su lucha contra Inglaterra les vendiò los dos millones de kms. cuadrados por 15 millones de dòlares, menos que lo que pagaron a su vecino del sur por Texas, Nuevo Mèxico, Arizona y California, 50 millones de dolares tras ocupar el paìs y tomar Palacio Nacional.

Pero ni Balzac, ni Chopin, ni Moliere, ni Rousseau, ni Zola, ni Alenjandro Dumas. ni Rossini pensaron nunca que iban a quedar enterrados en aquellos tres majestuosos cementerios que mando construir Napoleòn en Parìs en 1804: Père-Lachise, Montparnase y Montmartre.

A la muerte de Balzac que vivirìa 51 años y que realizò nada menos que La Comedia Humana, quizàs en contraposiciòn de la Divina Comedia de Dante 400 años antes, Victor Hugo, dijo lo siguiente ante 50,000 personas que acudieron al sepelio del frances que habìa vivido aquel idilio con la Condesa ucraniana, tan importante en su obra:

” A PARTIR DE AHORA, LOS OJOS DE LOS HOMBRES SE VOLVERÀN A MIRAR LOS ROSTROS, NO DE AQUELLOS QUE HAN GOBERNADO, SINO DE AQUELLOS QUE HAN PENSADO”.

Victor Hugo que vivirìa 83 años, el autor de Los Miserables, no serìa enterrado en esos tres cementerios, sino en el antiguo Panteòn construido en 1704 en Pâris, en una colina como la griega,  que tenia a su alrededor a La Sorbona y otros edificios històricos.

En ese 1885, ya habia escrito en Rusia, Leon Tolstoi, Guerra y Paz y Ana Karenina, sin saber que el dìa que habìa nacido se habìa constituido en 1828 la Repùblica del Uruguay y que aquel dìa que se sintiò mal en la estaciòn de tren de Astapovov y muriò en ella, el 20 de noviembre de 1910, en Mèxico se declaraba la Revoluciòn Mexicana, sin que nadie hubiera descubierto, y hasta hoy, una Pîedra Rosseta que permitiese estudiar la historia de los mayas cuyos codices fueron quemados en 1523 en la ciudad de Mani, en Yucatàn, por ordenes del Franciscano Fray Diego de Landa.

Asì se hace la historia.