Cuando en Caparroso, Navarra, se enteraron que un descendiente de allí era Presidente de un pais de América y petrolero, de inmediato se trasladaron a México para invitarlo a su pueblo. Hasta ahí hemos contado la historia varias veces en estos cinco años.
Pero no habíamos comentado que en 1977, estuvo con el Presidente López Portillo, el rey Juan Carlos I, en un viaje no programado. Ahí empezó su fortuna, bueno después de que Franco lo iniciase con aquel dólar por barril desde 1973.
Pero también dio refugio a 42 miembros de ETA.