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Rafael Fernández Tomás

Reflexiones de Belarmino

¡¡¡¡REFLEXIONES(3).- DE SURENNES, A LA MONCLOA Y A LA ZARZUELA !!!

Un día en 1974, Pura mi madre me dijo: ” Rafael, acabamos de elegir en el Congreso de Surennes, como Secretario General a un muchacho muy majo, que va a venir y se quedará en casa.¿Podrías enseñarle la ciudad de México y organizarle su primera conferencia de prensa en México ?.Por supuesto que si. Dias más adelante a las 9 de la noche, en Vértiz la casa de mis padres, nos conocimos Felipe y yo. No olvidaría, su simpatía, su sencillez, su chaqueta de  pana gris y su maletita..

Desde la siete de la mañana, en autobús y en metro, recorrimos los principales espacios de la antigua Tenoxctitlán. El Zócalo, Palacio Nacional, los grandes murales de Diego Rivera en las paredes de éste; la catedral; el Templo mayor de los aztecas; desayunamos en el Sanborns de los Azulejos, donde habían desayunado en 1914 Emiliano Zapata y Pancho Villa rumbo a Palacio Nacional; el Centro Histórico, la Alameda Central, Paseo de la Reforma, Chapultepec hasta llegar al esplendido Museo de Antropología. Era fácil, por que aquel muchacho tenía mucha sensibilidad.

A los dos días le preparé su primera conferencia de prensa en México, y tuvimos reuniones en mi apartamento de la calle de Tuxpan, con la directiva del Partido Socialista de los Trabajadores y con lideres chicanos.

Muerto Franco, en 1975 estaba en la delegación de Asturias con mis padres en el Palacio de los Congresos, en el primer Congreso del PSOE, tras la muerte de Franco. Asistían, Miterrand, Willy Brant, Olof Palme entre otros.

Impactado con lo que pasaba en mi otro país, en 1976 estaba, tras regresar de una reunión con Abdelaziz el líder del Frente Polisario en aquellos inolvidables 5 días en el Desierto del Sahara, pase por España y recuerdo haber acompañado a mi padre, en la busca de un lugar donde instalar un despacho laboralista para echar a andar el partido. En México, Felipe les dijo a mi padre de 64 años y mi madre de 62: “los necesito en Asturias”. Ellos, quemaron las naves, familia, casa, amigos, su tremenda biblioteca, y sin boleto de regreso se fueron a Asturias sin saber si iba a haber democracia, si tendrían de que vivir., y su departamento de la Calle Caveda que rentaron estaba en la misma esquina donde se conocieron en 1931, para asistir al Campo Escuela de Brañes en el Naranco.

La vida del PST, la combinaba con España. De las 18 veces que fui a España, sólo en 4 ocasiones pedí hablar con Felipe, que de inmediato siempre me recibió en la Moncloa con la misma sencillez y amistad que le honra del día que nos conocimos en México, en reuniones de dos horas con buen cafe y los Cohibas que le mandaba Fidel y establecimos una relación para ayudar a España en México y a México en España.

En ese marco, en otro viaje a Europa del PST, volví a pasar por Oviedo y mi padre, me invitó a Covadonga donde Felipe VI, era nombrado a los 13 años como Principe de Asturias, y en una comida campestre entre Covadonga y Oviedo, invitado por mi padre, al salir vi a Juan Carlos I, me acerqué ante la nerviosa vista de mi madre, lo saludé y le dije: ” Quiero felicitarlo por lo que está haciendo. Yo fui de los que pensé que usted iba a durar poco”. En ese momento, mirándonos a los ojos, un Borbon y el nieto de un minero nos miramos a los ojos, como quedó grabada en la foto.Si era alto y delgado, más alto se volvió. Pensando que lo habia hecho mal con el rey, mi padre me dice al llegar a Oviedo: ” La caíste muy bien al rey “.

El año siguiente, invitada toda la familia a la primera entrega de los Premios Principe de Asturias, yo le dije a Lisbeth mi esposa que ese año iba a ver al rey.Un precioso libro de los mayas me acompañaba. Pero aquel viernes en la comida ya estábamos todos sentados cuando llegó, y nada; en el Reconquista, nos ubicaron en un palco enfrente de donde Pura acompañaba a Sofía, y tampoco. Pero faltaba el brindis de 1,000 personas en el Reconquista. Hice una tarjeta personal, con la Olivetti que siempre me acompañaba, pidiendole cita para”explicarle que pasaba en México”. En el sobre, no sabedor de eso de las monarquías, puse Juan Carlos, presente.

Al acercarme al Reconquista, a las 21.10 hs, observe que “se me iba el rey”(habían detectado un intento de golpe de coroneles).Me acerque a mi estilo imprudente, pero que no molesta, le grite: ” Juan Carlos”, el volteó y recogió mi carta. Los guardaespaldas me empujaron de mala forma hasta la pared. Dentro todos se rieron de mi, empezando por mi padre. ” El 95 % de verlo ya lo tengo, pero de aquí el único que tiene el 5 % soy yo”.

En lunes siguiente tomando con blanca caliente, me llaman al teléfono-Era Lisbeth. ” Amor te llegó un telegrama: ” Juan Carlos I, atendiendo su petición de Audiencia lo recibe(9 días después), en el Palacio de la Zarzuela, camino a El Pardo, desviación Somontes”.

Y así llegué a estar de las 19.45 a la 21.10 en su despacho privado del primer piso de la Zarzuela.No puedo olvidarlo. El me dijo: ” Rafael este es un encuentro entre hijos de emigrantes: Yo nací en Roma, tu en México “.

Cuando salí, entró el aire en mis pulmones, y me reafirmó: En la vida uno puede darse por derrotado desde antes. Y se me quedó grabado ese 5 %.

Mientras en México, dos años más tarde el narcotrafico entraría en el gobierno de Miguel de la Madrid, tras de que López Portillo nacionalizase la banca, todo el dinero se fugó, y De la Madrid, tuvo que recurrir a Miguel Angel Gallardo, líder del Cartel de Jalisco, amigo de Escobar Gaviria, cuando el Chapo era un chamaco avezado.

Era 1982, y las tareas del partido en México continuaban, cuando el smog, hizo que la familia se trasladase a vivir a Mérida Yucatán.

Los mayas eran punto y aparte.

 

 

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