Hace un momento, Alemania, ya no Baviera, sino todo el país, con Angela Merkel al frente, ha decidido firmar un contrato con Putin para recibir la vacuna rusa.
Lo hace en el momento en que la Agencia Europea del Medicamento no acepta analizar la vacuna rusa.
Con el pragmatismo que le caracteriza a los alemanes, la decisión de Merkel, va a romper con la unidad europea, que política, y con la falla de Astrazeneca, ha quedado relegada y encabeza el continente con más fallecidos, incluso por encima de América Latina.