Es importante recordar que, de la misma forma en que se crearon los poderes fácticos,la Revolución Francesa de 1879 sentó las bases para saber que se podía cambiar la sociedad y el orden de las cosas.

Con ello en la mente de muchos ilustrados, para el pueblo español fue clave el papel que jugaron, ellos, los de siempre, los de abajo, cuando la Intervención Francesa. Cuando en mayo de aquel 1802, los primeros que se lanzaron a enfrentar los franceses no fueron las fuerzas armadas, ni los señoritos que seguían con atención por sus ventanales, ni los sacerdotes

No, los que se enfrentaron y empezaron a saber de su poder eran albañiles, zapateros, panaderos, putas, herreros, toda la base social, como muy bien lo captó Francisco de Goya, en sus obras

Aquella lucha, aquella experiencia de saber derrotar al mayor imperio el de Napoleón, fue generando una conciencia, que empezó a plasmarse en las Cortes de Cadiz, que pese a Fernando VII, dio pié al Trienio Liberal presidido por el general Rafael del Riego.Este hombre se negó a aceptar las ordenes de trasladarse a América Hispana, para acabar con los intentos de independencia de aquellos pueblos, y dirigió el llamado Trienio Liberal.

No es casualidad que no fuera hasta 89 años más tarde, que  la Segunda República Española, usara el Morado que había instituido Riego en la bandera, misma de los Comuneros de Castilla. No es casual, tampoco, que el himno de la II República fuera el Himno de Riego.

Pero los poderes facticos seguían siendo los mismos, a pesar de la Revolución Gloriosa y la Primera República que apenas duró un año.

Tendrían que madurar en los 1800, algunos acontecimientos claves como fue la aparición de Marx y Engels, y los estudios sobre el Materialismo Histórico, y la formación de las 3 Internacionales, a la II de ellas acudió ya el fundador del Partido Socialista Obrero Español y de la Unión General de Trabajadores, Pablo Iglesias.

Pero ocurriría, tras haberse repartido 6 países toda África en 1870,donde a España sólo le tocó un poco del Occidente de África, que ya en lucha por los territorios, en 1917, al derrumbarse el régimen Zarista en Rusia,surgiese la Revolución Rusa con Lenín  al frente.

Se convoca en Moscú  para celebrar la III Internacional a todos los partidos obreros que habían surgido tras las iniciativas y estudios de Marx y Engels en 1921.

Ahí asistió el PSOE y ahí se partieron casi todos los partidos obreros. Los que aceptaron que la Koumiterm soviética dirigiera el proceso mundial y los que no estuvieron de acuerdo.Los primeros serían los socialdemócratas y los segundo comunistas.

Pablo Iglesias estuvo en desacuerdo, pero una parte de su partido se escindió y formó el Partido Comunista de España.

Ahí surgirían el Partido Socialista Obrero Español(1879) y el Partido Comunista de España(1921), quienes con los anarquistas encabezarían luchas políticas contra los poderes fácticos.

Por ello, una vez terminada la Gran Guerra, en 1918, dio pie a la Gripe Española en ese 1918 y posteriormente a la Gran Depresión de 1929.

Todos estos procesos formaron parte de la llegada de la Segunda República, donde iban a enfrentarse los poderes fácticos con las organizaciones obreras y sindicales y los republicanos.

Este marco debe agregarse al que existía en aquellas elecciones municipales del 12 de abril, a la salida de Alfonso XIII y a las elecciones del 28 de junio de ese año.

Un adelanto de lo que sentirían los que habían sido dueños por siglos de España, ante cualquier cambio, lo indicó Serrano Suñer, el “Cuñadisimo”de Franco, cuando declaró:

” Franco, quiso marchar con cadetes para impedir que se fuera Alfonso XIII y se proclamase la II República, pero quien lo paró fue Queipo de Llano “.

Sin embargo la cena en casa de Juan March, el banquero, cuyo padre hizo la gran fortuna durante la Gran Guerra traficando con armas de ambas partes y el hombre más poderoso económicamente de España, se produciría cuando tras la redacción de la Constitución de 1931, al darse cuenta del alcance de los objetivos, reunió al Cardenal Segura, a representantes de los “Grandes” de España y grupos monárquicos  y empezó la CONTRAREPUBLICA.

Las cartas estaban echadas.