Poco después de que,como señalo el “cuñadisimo” Serrano Suñer, “Franco trató de irse a Madrid con un grupo de cadetes a impedir que se expulsara a Alfonso XIII, pero fue frenado por el General Queipo del Llano”, el Cardenal Arzobispo de Toledo, declaraba en una pastoral:
” Cuando los enemigos del reinado de Jesucristo avanza resuelto,ningún católico puede permanecer sin actuar”.Había pasado menos de un mes del 14 de abril.
El 11 de mayo es interceptado un vicario de Victoria con la orden de Segura, de vender todos los bienes eclesiásticos, la indignación popular espontanea, sin control hizo que sectores del pueblo quemasen en todo el país 102 Iglesias y Monasterios. En una pared de un edificio de jesuitas apareció una pinta que decía :”La justicia del pueblo por la lucha “.
Sin organización, la indignación del pueblo español por siglos en la mente inconsciente contra el clero se manifestó de esta manera
Fue el gobierno de la II República el que tras tres días de ataques de la población a los bienes de la Iglesia, paró en seco aquellos disturbios.
Además tuvo que hablar con el Papa, para quejarse de la provocación del Cardenal Segura, quien no regresaría a España hasta 1937, tras el Golpe de Estado.
Todavía no se constituía la Constitución ni se celebraran las elecciones de junio.
En un breve análisis, hay que ser precisos. He manifestado que en los años 30, en España no había buenos o malos, sino hechos que algunos deseaban y otros que sentían que perdían sus privilegios.
Con esta sencillas palabras lo interpreto: Para los que a lo largo de la historia todo había sido sol y luz, la II República, les hacia observar la negrura, y para millones que habían estado sumergidos por siglos en ella, y que aquello parecía un rayo de sol.