Lograron apartarlo por la fuerza acusado de robos; estuvo en la cárcel, fue liberado, pero ayer ene ele momento más delicado de Brasil desbordado por el negacionismo de Bolsonaro, el Supremo del país le da la razón a Lula.
El obrero metalúrgico, que le falta un dedo de la mano, por accidente laboral, la gran esperaba de la mayoria del país, menos la oligarquia y los Estados Unidos, tuvo la fuerza y el tesón de un obrero. Siempre se declaró inocente.
Ahora podrá presentarse el año próximo como candidato a la Presidencia del principal país de América Latina y cuya economía, antes de Bolsonaro, estaba entre las 10 más grandes del mundo(casi el doble de España y México ).
Bienvenida la justicia.