No hay excusas. Si en algo avanzó la Transición fue en tener un inconvertible sistema electoral que muchos países envidian.Aquí, las diferencias se cierran con el voto. Los madrileños votaron y su resultado aplastante de azul, ha mostrado sus deseos mayoritarios.
Tan cierto es que una vez existió Tierno Galván en la Alcaldía, como que existió el Tamayazo, dos socialistas corruptos,y 30 años de la mayor corrupción en la historia de España.
Tan cierto como eso, fue la festejada victoria en aquel balcón de Génova, de Ayuso y Casado, que significó el primer triunfo en una capital europea de Donald Trump y la extrema derecha de The Movement.
Nadie duda, hay quienes olvidan el pasado, están cómodos, toman decisiones, por ello lo que sembró el Nacionalismo Madrileño, como lo ha sido el Nacionalismo Catalán,no tiene ninguna objeción.
Lo que siembra, se cosecha.