Cuando el país más necesita la unidad para enfrentar la crisis sanitaria, de donde estamos saliendo; la recuperación económica y tener los mínimos conflictos sociales, hay un partido, que parece que sólo puede vivir de la provocación.

Surgido como si los años 30 del siglo pasado que añoran fuesen los de hoy, este pequeño grupo que creció con el dinero y el estimulo de Steve Bannon y The Movement,aliados a Israel, este partido político, parece que sólo puede funcionar con el enfrentamiento.

Primero se presentaron a provocar en Vallecas en Madrid, descalificando a los trabajadores que allí viven y trabajan día a día, y ayer se presentaron en Ceuta.

Llegaban los “salvadores de España”, sin entender donde se metían y así les fue.

En un territorio donde conviven dentro de España, católicos, judíos, islamistas e hinduistas, no se puede llegar con su discurso xenófobo, al grado de que más de 1,000 personas le impidieron hacer el acto y el tuvo que conformarse con un micrófono en su parador descalificando a los musulmanes de Ceuta, quizás unos de los más molestos, por el lenguaje contra ellos, y más molestos, también, por que Marruecos hubiera reconocido a Israel.

No hace mucho comentábamos como el apellido no le bastaba a Pablo Iglesias.Al ser Abascal, el Cid Campeador a caballo como le gusta que lo admiren, no le van a servir sus brubocanadas.

Vengo de un país donde se habla tanto del macho mexicano, lo que es cierto, pero es que ese macho mexicano, viene del macho español y los españoles vienen de los más machos musulmanes.

Daba pena ver las escenas de Santiago Abascal que no se le echaron encima mas  de 1,000 personas, por que la policía lo impidió.