En España ,en la vejez de la vida de las personas, surgieron las residencias.Se trataba de que esas mujeres y hombres tuvieran unos años felices o tranquilos en esa etapa de la vida. Por deseos de ellos, o en ocasiones, por decisión de los familiares, el entrar a una residencia era quitarse de encima un problema.
Por lo que fuera, es una necesidad del Estado del Bienestar, ese derecho de los mayores.
El estado fue cediendo esa obligación, hasta que le echaron el negocio, no en todos los casos, los que hicieron negocio en el manejo de esas residencias. El Estado se quitaba ese problema, sobre todo en etapas conservadoras y cedió paso a las residencias privadas.
Todo el mundo sabía que era u negocio, pero legítimo, pero en ocasiones de crisis, como la Covid, afloran en toda su magnitud todo lo que hay detrás.
Vergonzoso, para todo el país, que en plena pandemia, donde más muertes se registraban era en las residencia, sin control, sin medios. Y se dio el caso, sobre todo en Madrid, de que muchos residentes enfermos, ni siquiera eran enviados a los centros de salud, a los hospitales.
Esas mujeres y hombres que son los que edificaron la España actual, se les dejó en el desamparo, de ahí los decenas de miles de muertos.
Hay 1,100 en investigación por negligencia. Esos familiares podrían no haber muerto, si las residencias, para obtener pingues beneficios, hubiera dedicado mas recursos a lo fundamental.
Trás de que terminen los problemas legales que esas 1,100 residencias privadas enfrentan, hay que replantearnos la transparencia de esa Residencias.