Es mucho más que un resultado más de la Copa América; es una derrota humillante de Brasil, similar a la del Maracanazo de 1950 donde Uruguay los derrotó; es la culminación del sueño de , quizás el mejor jugador de la historia, Leo Messi; no sólo era que medio Brasil apoyaba a Argentina ante la decisión de celebrar la copa, ante la brutal epidemia del Covid.
Va mas allá. El gran aliado de Trump, de Netanyahu, de The Movement, de los Salvinis y Abascales europeos, Jair Bolsonaro, ante su creciente deterioro que hacen presagiar su derrota el año próximo ante Lula, quisó hacer lo que Videla en la dictadura Argentina, donde a base de irregularidades hizo que Argentina ganase el mundial para lograr base social después de los asesinatos de las dictadura, y esperaba que ganando la Copa América aumentaría su base popular.
Pero cuando Bolsonaro menos se lo esperaba, en el peor momento, Leonel Messi cumplió sueño: Ganar un titulo con la selección de su país.