Finalmente, casi dos meses después de la elecciones, y tras todos los obstáculos jurídicos que hizo la hija de aquel japones de triste memoria Fujimori, su hija la perdió ayer.Ahora la espera la cárcel.
Ello lleva a un hombre,como Evo Morales de origen indígena como Pedro Castillo, a la presidencia del Perú de los incas.
Atrás quedó aquel hombre que no representa más que a la América Latina colonial, Mario Vargas Llosa, que tuvo que trasladarse a la Metrópoli, a Madrid, su lugar natural. Aquí terminó con el matrimonio de casi 50 años, dejó a un lado a su esposa(la que se había quejado de que Gabo “le tiraba los tejos”, y que hizo que en Bellas Artes, Don Mario, ofendido le diese aquel puñetazo a García Marquez),la dejo tirada a ella y a sus hijos para que saliera su verdadero ego, sólo apreciado en España y que aquellos incas habían despreciado, y ser Premio Nobel, con lo que eso signifique, y ….a la Preysler.
En esa oleada indígena de América Latina, ayer Pedro Castillo, ha sido el último de los presidentes de América Latina que empiezan a cambiar el mapa de aquel continente latinoamericano de más de 500 millones de habitantes y riquezas impresionantes.