Tres días en los Estados Unidos dan para apenas saborear, Washington, Nueva York y el Golden Gate, pero también dan para mucho si se planean, con mucho trabajo detrás, dicho viaje.
A veces olvidamos que el Congreso de EE:UU. aprobó hace unos años, por la presión de la comunidad exiliada de cubanos en Miami, una ley que logra que sean los tribunales norteamericanos, con sus leyes, a donde se diriman los enfrentamientos entre esas familias, sus propiedades y terrenos de más de 100 años y las empresas que se han establecido allí.
Era un reto para todas las empresas, principalmente hoteleras españolas,el tener que someterse a la jurisdicción norteamericana, si Pepe Ortiz, era el dueño del latifundio de su bisabuelo en La Habana, o si tras ser nacionalizados, las inversiones que Cuba necesitaba, ocupasen, por decir algo, los Melía, aquellos terrenos.
Esa decisión ha tenido en jaque a las principales cadenas hoteleras españolas en Cuba durante años.
Aunque, en el primer caso la cadena Melía, ganó el juicio a los descendientes de aquel latifundista a quienes se les expropió sus tierras,tras años y años de regímenes esclavistas apoyados por aquellos Batistas,empleados de los Estados Unidos.
Pero uno de los principales objetivos del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, va en reuniones con personas claves en Washington sobre esta situación.
Pero además, va al corazón económico del país, en Nueva York, a entrevistas programadas con importantes empresarios que desean invertir en México y tras ello, volar a California a Silicon Valley, para buscar recursos tecnológicos que España necesita.
Ese es el viaje del Presidente.Piensa conseguir inversiones por 2,000 millones de dólares.